La Peña Deportiva se despidió pasada la medianoche de la fase de ascenso a Segunda División tras sufrir un arbitraje escandaloso que le dejó con dos futbolistas menos frente a un Castellón que fue incapaz de batir a los ibicencos hasta el minuto 112 de la prórroga, cuando David Cubillas hizo valer la superioridad numérica de los castellonenses con un tanto de cabeza en el primer palo.

Los hombres de Raúl Casañ cayeron con honores dando un ejemplo de compromiso y esfuerzo colectivo que les permitió llegar con empate a cero al término del tiempo reglamentario. Los peñistas se vaciaron sobre el terreno de juego y llegaron a desesperar a un Castellón que encontró en el colegiado Daniel Palencia Caballero a su mejor aliado.

El árbitro del colegio vasco decantó la eliminatoria para los valencianos tras expulsar de forma muy rigurosa a Cristian Cruz antes del descanso y a Marc de Val de manera totalmente injusta a los 80 minutos con roja directa.

La Peña había arrancado con mucha energía el partido y no tardó en dejar su impronta. A los 30 segundos, Pipo provocó el primer córner del partido tras una gran salida con presión en ataque de los hombres de Raúl Casañ. El saque de esquina de Bernal lo cabeceó flojo Fall en el primer palo, a las manos del portero. Fue el primer aviso del conjunto pitiuso, que presentó las novedades de Marc de Val en el centro de la defensa, Cristian Cruz en el lateral zurdo y Blázquez desplazado al costado diestro.

El segundo córner para la Peña, que salió con las líneas muy adelantadas, llegó a los seis minutos. Los de Óscar Cano consiguieron armar un contragolpe pero la acción quedó abortada por manos de Ortuño.

La primera ocasión para los castellonenses llegó en el minuto 9, en un saque de esquina a cargo de Íñigo Muñoz que remató a la media vuelta César Díaz fuera de los tres palos. El campeón valenciano comenzó a amasar con calidad el balón, abriendo el campo y buscando grietas en la zaga peñista, pero fue Pepe Bernal, en un fugaz contragolpe, quien probó con un disparo lejano que se marchó desviado.

La respuesta no se hizo esperar y llegó en forma de cañonazo por parte de Rubén Díez, pero el balón salió a la izquierda de la meta defendida por Torres.

Comenzaba a apretar el conjunto 'orellut', superando líneas con pases filtrados y centros peligrosos desde el perfil diestro que arrinconaron durante varios minutos a los de Santa Eulària. Atacaban con insistencia a través de un brillante juego combinativo, aunque le costaba finalizar las acciones. El talento de los hombres de Óscar Cano se estaba imponiendo cumplida la media hora de juego, cuando llegó el asueto para la hidratación.

A la vuelta, volvieron a conectar Pipo y Pepe Bernal tras una buena recuperación del extremo zurdo, pero el lanzamiento lejano de su socio no tuvo la precisión deseada. Torres no tuvo más trabajo hasta que un centro-chut lejano pero envenenado que tuvo que atrapar en dos tiempos junto al poste.

Y cuando el partido llegaba al descanso, con todo en el aire, se produjo la acción que decantaría la eliminatoria, después de que Cristian Cruz viera la segunda amarilla por una falta sin mayores consecuencias en medio campo. Un reflejo infantil pero inocente que le costó dejar a su equipo con 10 de cara a la segunda mitad. El colegiado podía haberse ahorrado tamaño castigo.

Resistencia heroica

Cumplido el primer minuto de la reanudación, el colegiado anuló un gol a César Díaz por fuera de juego tras un disparo de Rubén que despejó en corto Torres. Fue el primer aviso de un Castellón que inclinó el campo sin dilación para tratar de avanzarse en el marcador. Tres claras ocasiones en los cinco primeros minutos fueron la carta de presentación de los 'orelluts' tras el paso por vestuarios.

Insistía una y otra vez el cuadro castellonense frente a una Peña replegada pero firme en su compromiso y sacrificio defensivo.

El colegiado Palencia Caballero volvió a erigirse en protagonista del partido al expulsar con roja directa a Marc de Val, a los 80 minutos, por una entrada fuerte abajo pero sin peligro para el adversario. El árbitro vasco dejó con nueve a la Peña de forma inmerecida y cruel para uno de los equipos más nobles y responsables de la competición. A pesar de jugar en clara inferioridad, la escuadra ibicenca nunca bajó los brazos y pudo sorprender al Castellón en varias contras conducidas por Pipo. Los de Casañ forzaron la prórroga, en la que el colegiado perdonó una roja al castellonense Satrústegui tras frenar una contra de Pipo con un codazo. De forma totalmente heroica, la Peña resistió hasta el minuto 112, cuando el recién incorporado David Cubillas puso fin al sueño peñista.