La UD Ibiza desaprovechó ayer la derrota del líder en Mareo después de caer por 2-1 en Boadilla del Monte ante el Internacional de Madrid. Dos jugadas a balón parado mal defendidas tumbaron al conjunto de Pablo Alfaro, que introdujo numerosas novedades en el once inicial pensando en el decisivo duelo del próximo domingo con el Atlético Baleares, que ayer cayó por 2-0 frente al Sporting B. Los ibicencos malgastaron una ocasión de oro para situarse a tiro del cuadro mallorquín y cedieron su segunda derrota consecutiva a domicilio, donde solo han sumado un punto de los últimos nueve disputados.

Saltó con las líneas muy avanzadas el Internacional de Madrid, que mantuvo al Ibiza bastante arrinconado mientras el revolucionario once celeste intentaba ubicarse en el campo municipal de Boadilla del Monte.

Sin embargo, fueron los de Alfaro quienes pudieron adelantarse en el marcador tras un error en el despeje del portero Felipe. Diego Mendoza habilitó de cabeza para Cirio y este para Caballé, que solo ante el portero disparó al muñeco (min. 9). No olvidaría esa ocasión el interior menorquín ya que del posible 0-1 se pasó al 1-0 en cuestión de segundos.

De otro fallo defensivo nació el tanto del Inter tras una acción a balón parado que no supo rechazar la zaga ibicenca. Mariano dejó un balón muerto en el área y Moyano no perdonó, asestando un derechazo pegado al poste de la portería de Lucas que puso por delante a los rojinegros (min. 17).

El equipo madrileño, que minutos antes había reclamado una caída en el área de Rubén Ramos, sí aprovechó el regalo celeste para adelantarse en el marcador y poner en duda la solidez del bloque pitiuso lejos de Can Misses.

No estaba siendo expeditivo el Ibiza en las jugadas de estrategia y tampoco encontraba espacios para inquietar los dominios de Felipe. Pasada la media hora sí consiguió armar el conjunto ibicenco una gran combinación ofensiva, pero el centro medido de Cirio encontró la pierna de un defensor.

El Inter puso la réplica desde el costado izquierdo con Júnior y Lucas tuvo que intervenir de manera fulminante para evitar el remate a gol de Jaime Siaj. En la acción resultó lesionado Fran Grima, que tuvo que dejar su sitio en el lateral zurdo a Pierre Cornud.

Al filo del descanso, la formación ibicenca volvió a tropezar con la misma piedra y tras desperdiciar una peligrosa acción a balón parado encajó el segundo en la última jugada de pizarra de la primera mitad. Herrero ejecutó una falta desde el perfil izquierdo con mucha intención y Siaj se anticipó a la defensa para poner el balón con la diestra lejos del alcance de Lucas (min. 44). Tuvo una más Herrero antes de enfilar el camino a vestuarios, pero Lucas atajó bien junto al poste.

El Inter resultó letal a balón parado ante la irreconocible respuesta de un Ibiza que no estaba asimilando nada bien las rotaciones llevadas a cabo por Alfaro.

Asedio en superioridad

El técnico aragonés reaccionó en el descanso dando entrada al goleador Rodado por un desacertado Borja Martínez. Y la respuesta no tardó en llegar, en una nueva acción de estrategia que esta vez sí finalizó con éxito el cuadro pitiuso. Pierre sirvió al segundo palo para que Mariano devolviera el cuero al corazón del área, donde apareció Diego Mendoza como un avión para cabecear al fondo de las mallas (2-1, min. 47).

El central argentino intervino también en su área para repeler un centro muy peligroso contra los intereses del bloque isleño en un partido marcado, sin duda, por las jugadas a pelota parada.

El encuentro se endureció. Entre faltas, protestas e interrupciones se fueron dilapidando minutos en Boadilla sin que el Ibiza pudiera encontrar la portería rival.

Tuvo que ser de nuevo en una falta lateral, botada por Cirio en el 63 de partido, como tuvo el empate el Ibiza, pero el cabezazo del omnipresente Mariano Gómez se marchó desviado.

El partido se puso en franquicia para los de Alfaro cuando Moyano vio la segunda amarilla en el minuto 65. Con uno menos, el Inter se puso sus mejores armaduras para prepararse para el hostigamiento celeste.

Poco después el Ibiza desaprovechó una falta desde la frontal que debió ejecutar Pierre en lugar de buscar una compleja combinación. En estos minutos de asedio el Inter provocó numerosas pérdidas de tiempo.

Caballé, ciertamente deslucido, apareció en el 76 con una precisa volea que sacó Felipe de la misma escuadra. El portero interista salvó el empate de nuevo en un rechace que impactó en Rodado tras el centro de Raí, que acababa de ingresar en el encuentro.

Un minuto después Caballé volvió a tener el gol en sus botas, pero el disparo cruzado se fue lamiendo el poste. También cabeceó fuera Diego un centro desde banda izquierda de Pierre a cinco para el final. Además, Rodado vio cómo le anulaban un gol por fuera de juego al filo del 90.

En un descuento de infarto, Felipe se vistió de héroe impidiendo el empate con una nueva mano salvadora antes del pitido final.