La historia del fútbol español estuvo a punto de incluir a la UD Ibiza en su ilustre capítulo de 'matagigantes' de la Copa del Rey. El equipo ibicenco se despidió anoche de la competición del K.O. por la puerta grande, después de poner contra las cuerdas al FC Barcelona en un encuentro que disfrutaron 6.500 espectadores en el estadio de Can Misses. Un doblete del francés Antoine Griezmann acabó con la resistencia de una UD Ibiza que mandó en el marcador durante más de una hora, gracias al tempranero gol de Javi Pérez, y que puso en evidencia los planes de Quique Setién en una eliminatoria que permanecerá por siempre en la retina de los aficionados ibicencos. (Mira aquí todas las imágenes del partido)
El Barça, que tuvo muchos problemas para penetrar la sólida zaga pitiusa, salió a tener la pelota y en los primeros minutos gozó de un importante dominio territorial. Los de Alfaro tuvieron que ponerse el mono de trabajo y hacer algo a lo que no están acostumbrados: correr detrás del balón. Algo lógico, por otra parte.
Pero en la primera escaramuza de los ibicencos llegó el bombazo de la tarde. Raí, como el domingo en Majadahonda, cogió la espalda por el carril zurdo, llegó a línea de fondo y su pase de la muerte lo empujó Javi Pérez al fondo de las mallas tras rebotar el cuero en un defensor (1-0, min. 9). Lo que parecía imposible se estaba haciendo realidad en el teatro de los sueños celeste.
El conjunto azulgrana trató de acelerar el ritmo y buscó por el costado izquierdo a Ansu Fati, pero el bloque de Alfaro consiguió defender su fortaleza con grandes dosis de solidaridad y esfuerzo colectivo.
La sorpresa pudo ser aún mayor cuando Rodado batió por bajo a Neto a los 17 minutos, pero el árbitro apreció falta del delantero sobre Lenglet en la pugna por el balón en largo. Una decisión muy protestada por la afición que bien pudo haber sido considerada carga legal y convertirse en el 2-0.
El Ibiza estaba logrando reducir las dimensiones del campo, juntando sus líneas y defendiendo como un acordeón. Los minutos jugaban contra la paciencia de un cuadro culé plagado de suplentes, y muy dependiente de las individualidades de Ansu Fati y Griezmann, que resultaría decisivo ante la ausencia de Messi.
El Barça cada vez veía más lejos el área de Germán gracias a la presión alta de sus compañeros, y en el minuto 39 perdonó el 2-0 el conjunto ibicenco tras un disparo cruzado de Raí que escupió el poste y que remachó en boca de gol Rodado, pero Neto sacó una mano salvadora para desviar a córner. El equipo de Setién se marchó al descanso pidiendo clemencia y sin haber ejecutado ni un solo disparo a puerta. Para frotarse los ojos.?
El Ibiza mereció más
El Ibiza mereció más
Fue la UD Ibiza quien disfrutó del primer córner tras el paso por vestuarios, después de una gran combinación que desarboló a la zaga culé. El Barça seguía sin encontrar la fórmula para doblegar a su rival y Setién no tardó en mover el banquillo para dar entrada a Jordi Alba por un desaparecido Carles Pérez.
Una falta que Rakitic estrelló en la barrera celeste fue lo único destacable en el primer cuarto de hora. Después, Ansu Fati estrenó la artillería culé con un remate cruzado muy desviado que apenas inquietó al meta local. Entretanto, la afición expresaba su euforia haciendo la ola desde la grada y coreando el ¡Sí se puede!.
En el minuto 67, Rakitic protagonizó el primer remate a portería del Barça, un disparo raso y lejano que embolsó sin problemas Germán. Ansu Fati avisó después con un pase de la muerte que no halló rematador y, a la tercera, consiguió Griezmann el empate tras rematar de primeras un excelente pase al espacio de De Jong (1-1, min. 72). Mariano no pudo frenar al delantero francés, que definió a la perfección ante la salida del guardameta ibicenco.
El Ibiza impidió el asedio culé, pero cuando el choque agonizaba y parecía encaminarse a la prórroga, apareció de nuevo entre líneas Griezmann para enmudecer Can Misses (min. 95). El galo aprovechó un gran servicio al espacio de Jordi Alba y batió con un sutil disparo cruzado a Germán para completar la remontada. Un cruel desenlace para un Ibiza de leyenda.
