Pablo Alfaro Armengot (Zaragoza, 24 de abril de 1969) vive su segunda temporada al frente de la Unión Deportiva Ibiza y está siendo pieza clave en la trayectoria de la escuadra celeste. Como buen excentral, cuando fue jugador profesional, ha construido un equipo rocoso difícil de batir. Tanto que su escuadra se ha cargado ya en la Copa del Rey al Pontevedra (equipo igualmente del grupo I de la Segunda B) y al Albacete Balompié (de la Segunda División). Ahora jugará en Eivissa el todopoderoso Barcelona, en el que Alfaro militó como futbolista. Soñar es gratis.

¿Cómo definiría todo lo que le está pasando últimamente en el club, con el equipo arriba en la Liga y ahora el premio de la Copa del Rey?

La palabra clave la has dicho tú ahora mismo: premio. Es un premio que nos ha otorgado el fútbol. Para nuestro equipo, para nuestro club, para la isla. Para todos. El tener la oportunidad de enfrentarte a un monstruo del fútbol internacional como es el Barça, lógicamente te atrae todos los focos.

¿Cuando se enroló en el proyecto de la UD Ibiza

No. No tan rápido. Llevo prácticamente un año en la isla y las situaciones han ido cambiando, evolucionando mucho y mejorando. El crecimiento está siendo sostenible. No tienes por qué pensar que en un sorteo de Copa te vaya a tocar un gigante como el Barça, pero el fútbol es tan bonito que eso sucede de vez en cuando.

Y para conseguirlo hay que ir pasando rondas. Para llegar aquí ha habido un esfuerzo previo...

Claro, claro. Y hay que acordarse del equipo de los jugadores de la temporada anterior, que consiguieron clasificarse por primera vez en la historia para la Copa del Rey. Porque si no te clasificas no la juegas. Y pasar las dos eliminatorias en las que creo que hemos tenido devestaja, pero al final hemos conseguido estar en el bombo y poder disfrutar de este evento deportivo.

Tiene pasado como jugador azulgrana, como ya se ha contado. ¿Cómo va a vivir la eliminatoria con el Barcelona

Pues con mucha ilusión. Como se viven los partidos de fútbol, con pasión, con energía y sabiendo que la esencia de todo es que es un partido de fútbol. Para intentar superar a un gigante como el Barça también tienes que jugar al fútbol y, lógicamente, con nuestras virtudes. Sabemos de las dificultades extremas y que el rival es el clarísimo favorito, pero a un partido, en Can Misses, en Eivissa... Vamos a ver qué sucede.

¿Qué Barcelona espera encontrarse, después de lo visto este pasado fin de semana en el debut de Quique Setién como entrenador de los azulgranas?

Desde que Quique ha llegado al Barça sólo ha habido un partido de competición, el del Granada, y fue una victoria justa, con un gol de Messi. Parece que este argumento se repite a lo largo de los años. Por mucho análisis técnico-táctico que haya, siempre aparece el faro, el que ilumina todo. Espero un Barça queriéndose adaptar a lo que Quique quiere que sea su equipo. El modelo y el estilo va a ser el que impera desde hace muchos años en Can Barça. Quique creo que eso lo tiene bien aprendido y lo ha estudiado bien. Luego ya veremos. Creo que la gestión que haga del grupo y los resultados serán los que dictaminen su éxito.

La pregunta que se hace mucha gente es si Setién apostará por jugar con titulares o con gente que lleva menos minutos. ¿Usted qué haría? Es el segundo partido oficial de Setién como técnico. Igual no se la puede jugar demasiado...

Claro, claro. Lógicamente todo el mundo desea comenzar bien. Pero la pregunta la puedes hacer a la inversa. ¿Y si hubiese seguido Valverde, y después de la desilusión de la Supercopa de España hubiese apostado [por un once] que le podría provocar una sorpresa? Como no depende de nosotros, siempre nos tenemos que centrar en lo que podamos manejar. Y lo que no, pues estar atentos e intentar contrarrestarlo.

Dado el nivel de confianza y de juego en el que llega su equipo, con una trayectoria importante de victorias consecutivas y con la moral por las nubes, ¿se puede dar realmente la sorpresa de eliminar al Barça?

Lo vamos a pelear y a luchar todo lo que está a nuestro alcance. ¿Se puede dar? Por supuesto que se puede dar. Claro que sí. Te vuelvo a repetir. Sabemos de la dificultad máxima y el nivel del rival, el Barcelona, el actual campeón de Liga. Qué vamos a decir del Barça con los jugadores que tiene. A lo mejor si fuese a un doble partido, después en el Camp Nou, pues lógicamente el favoritismo sería mayor. Así lo sigue siendo, pero hay que venir a Eivissa en invierno, hay que jugar en césped artificial y hay que estar preparado para lo mejor. Algunas circunstancias a las que ellos no están acostumbrados.

¿Ha hablado con Quique Setién estos días?

No, no he hablado [risas]. Imagino que el teléfono suyo debe estar como está [echando humo]. Además, como tendré la oportunidad de darle un abrazo y charlar en Can Misses, aquí lo haremos.

¿Piensa llamarlo antes?

No, no. Tengo muy buena relación con él pero prefiero verlo en persona.

¿Qué le parece cómo se está volcando la isla con el equipo y especialmente ahora ya también, de golpe, con esta eliminatoria de Copa del Rey?

Pues yo creo que es una energía que nos está envolviendo a todos. Una energía positiva, que nos gustaría que fuese un poco ese punto de inflexión para pensar que Eivissa se merece tener un proyecto deportivo potente y bonito como el que creo que se está haciendo. El club tiene muy pocos años de historia. Si fuera una persona sería casi un niño de Primaria. Todo ha venido muy rápido y es verdad que esto es un escaparate tremendo, a nivel mediático global. Pero la gran conclusión que tenemos que sacar, como club, instituciones, Ayuntamiento, Consell y afición, como isla, es que debe ser un sitio [el proyecto de la UD Ibiza] que nos aglutine a todos. Con el respeto a todos, que podamos englobar un poco los sentimientos de la isla.

Can Misses se va a llenar, yo creo incluso aunque pudiera llover, que esperemos que no lo haga. ¿Ha visualizado ya esa imagen del estadio a rebosar?

He tenido la fortuna de ir viendo cómo se van colocando las gradas supletorias, y poco a poco cómo va creciendo en altura y en dimensión. Y sí, lo vamos a ver [lleno] y lo vamos a disfrutar. Seguramente van a quedar imágenes para el recuerdo y para toda la historia del fútbol en Eivissa y de la isla. Es un acontecimiento deportivo de los que no se han dado nunca. Posiblemente es la primera vez, ¿no? El que tenga la fortuna de estar en el campo y vivirlo in situ, esto va a ser de lo que hablaremos años y años. Ojalá vengan muchas más, pero esta ya no se la quitará nadie.

Hasta ahora, se había intentado abstraer a los jugadores de todo el revuelo que está generando la Copa del Rey. Pasado ya el último partido de Liga, ¿qué les está diciendo?

Llevamos trabajando juntos ya desde principio de enero porque un equipo de Segunda B como nosotros está diseñado para competir domingo a domingo. Tienes una plantilla corta, en la que quieres tener a todo el mundo activado, pero sabíamos que este enero podía ser mucho más intenso. De tener cuatro partidos, a tener siete, pues la diferencia es tremenda. Sobre todo porque luego tienes que descansar, recuperar, conectarte a nivel emocional de una competición a otra, reajustar rápidamente, y los jugadores están dando una talla espectacular. Esto es un examen para ellos y de momento lo están pasando con nota, con nota muy alta. Gracias a eso estamos donde estamos. Vamos a disfrutar con ellos. Al final, todos los que vayamos a Can Misses vamos a ir a verlos a ellos. Los artistas y los actores son los futbolistas.

¿Tiene decidido quién va a jugar el partido?

No, no.

¿Vaya papeleta no?

¡No, qué va! Es una bendición. Lo vamos a vivir todos. Los que tengan la fortuna de jugar de inicio, los que estén en el banquillo, los que estén en la grada, el que esté lesionado... Todos vamos a compartir todos los momentos y toda la vivencia porque la ocasión lo merece. Si fuera futbolista y mi entrenador me lo coartase, no se lo perdonaría. Por tanto, eso lo tienen que saber todos.

Mójese con un resultado...

No, no me obligues, no me obligues porque luego...

El otro día dijo algo de que pasar en los penaltis ya le valdría...

Pues claro que vale [risas].

Que se lo digan al Albacete...

Aquello fue muy bonito, pero eso ya lo tenemos guardado y ahora vamos a abrir otra puerta a ver qué sucede.

Cambiando un poco de tercio, ahora ya sí que parece que hay que hablar sin tapujos de que quieren ascender a Segunda. Están ahí arriba...

Estamos, estamos, pero queda la mitad [de la Liga]. Yo sé que a los periodistas os encanta eso. Quedan muchos meses de competición. Estamos en el camino, pero poco a poco. Somos conscientes de que la dificultad existirá porque no todo va a ser tan glamuroso como esta semana, pero con eso sí que nos tenemos que quedar. Al final hay que verlo. Y los que tienen la potestad de dirigirlo, de encaminarlo y encauzarlo yo creo que ya lo tienen que ver. Si no se ve... Es algo impepinable. Es que ya, en partidos de Segunda B, estamos metiendo 2.500 o 3.000 personas. Esto ya no tiene retorno. Con el debido respeto a todos, y queriendo hermanar a todo el mundo, porque la clave es que podamos ser el equipo de todos, aunque luego cada uno pueda tener sus colores porque hay clubes en la isla de mucha más trayectoria, y eso hay que saberlo, respetarlo y admirarlo. Pero este proyecto tiene esas ilusiones. Aquí cabemos todos y no es excluyente para nada.