La Peña Deportiva vuelve a sonreír abiertamente en el inicio de esta segunda vuelta liguera. Y no es para menos, ya que el conjunto santaeulaliense se hizo ayer con una merecida y valiosa victoria de máximo prestigio ante el líder de la clasificación, un Atlético de Madrid B al que los de Raúl Casañ le dieron un buen revolcón esta jornada en su fortín de Santa Eulària, donde los peñistas se mostraron muy superiores en todo momento a los colchoneros. (Ver galería de imágenes)

Los de la Villa del Río, con la adrenalina de la motivación hirviéndoles en la sangre, ofrecieron ayer una lección magistral de fútbol colectivo y exhibieron de nuevo una pegada letal, con la que se impusieron con claridad por un incontestable resultado de 3-1, con goles de Higor Rocha, por partida doble, y de Pipo.

La Peña golpea primero

Fue Cruz el que, a los cinco minutos, inició las hostilidades en el cara a cara contra el líder, con una incursión por la izquierda que finalizó en córner. En la continuación de ese saque de esquina, Pipo se hizo con el esférico en la frontal y buscó la portería con un rápido chut, que detuvo el meta visitante Conde sin excesivas complicaciones.

Sin embargo, a los 19 minutos, la Peña golpeó con una acción letal a la contra. El contragolpe lo lanzó Cristeto con un balón largo al espacio, que recogió Fran Núñez para profundizar por la derecha hasta asociarse con Bernal, quien se coló por el centro del área driblando a varios defensas para enviar un centro raso al segundo palo, donde Higor Rocha remató a placer el 1-0.

No se hizo esperar mucho la reacción de los colchoneros, ya que tan solo tres minutos después dispusieron de una doble ocasión. Primero fue Riquelme el que puso a prueba los reflejos de Seral con un chut peligroso desde el borde del área, que el meta peñista detuvo, pero que no pudo blocar. Al rechace acudió como una exhalación Borja Garcés, pero Seral actuó con presteza para hacer de pantalla con su cuerpo y desviar a córner su lanzamiento a bocajarro.

Cinco minutos después, en el 27, Pipo controló un balón en el área rival y caracoleó en una baldosa para sacarse de encima a dos defensores antes de chutar y sacar un nuevo córner para los locales.

El peligro iba de un área a otra con mucha rapidez. Así, en el 32, una penetración por la derecha de Isaac, pudo haber complicado mucho las cosas a la Peña, pero su centro se paseó por delante de la portería santaeulaliense sin encontrar un rematador claro, y al que Borja Garcés no llegó por poco.

El Atlético de Madrid intentó, no obstante, buscar el empate antes del intermedio con alguna acción rápida, que la zaga peñista neutralizó con solvencia para irse al descanso con ventaja en el marcador.

Tempestad en Santa Eulària

En la reanudación del encuentro, la Peña Deportiva volvió a salir de inicio con mucha fuerza y dispuesta a decantar el choque a su favor.

La tempestad de juego en Santa Eulària, al igual que el fuerte temporal de lluvia y viento que se empezaba a barruntar por el horizonte, comenzó a desencadenarse de manera imparable con una primera ocasión en la segunda mitad que llegó pronto para los peñistas. Fue con un centro de Ramón Blázquez desde la banda derecha que no alcanzó a cabecear Fran Núñez por muy poquito, al adelantarse por centímetros un zaguero atlético para desviar la pelota a córner.

Vendaval de los locales

Tras dos saques de esquina más que se botaron de forma consecutiva y sin grandes consecuencias en los dominios colchoneros, los de Raúl Casañ hallaron el premio a su insistencia. La acción se gestó en el minuto 54, con un medido centro de Cruz desde la izquierda al corazón del área, que Higor Rocha, entrando desde atrás con mucha potencia, cabeceó con contundencia y de forma imparable al fondo de la red colchonera (2-0).

En pleno vendaval de juego de los santaeulalienses cayó en tromba el tercero para la cuenta de los locales. Pipo, en el minuto 57, se hizo con el balón en la misma frontal del área visitante, desde donde partió regateando rivales en un vertiginoso eslalom que le llevó ante el meta colchonero, que pese a tocar el cuero ligeramente no pudo evitar que la pelota acabara colándose en su portería con el efecto del bote (3-0).

Reaccionó el Atlético de Madrid casi acto seguido, espoleado por su orgullo de líder, para tratar de sacarse de encima el dominio peñista y acortar distancias en el marcador. Un objetivo que sólo pudo conseguir a través de una rigurosa pena máxima señalada a Copete por desequilibrar a Borja Garcés. El lanzamiento del penalti lo ejecutó Toni Moya, que marcó con un tiro centrado y a media altura con el que engañó a Seral (3-1).

El duelo entró entonces en una fase de enconada lucha por apropiarse del control del balón, que se desniveló en favor de los locales a partir del minuto 78, tras la expulsión por doble amarilla del atlético Toni Moya. Con un jugador más sobre el terreno y jugando ya casi a placer, Fran Núñez, en el minuto 82, a punto estuvo de hacer a la contra el cuarto gol para los de la Villa del Río, pero su intento de vaselina en el mano a mano con el meta Conde fue despejado a córner con muchas complicaciones por el cancerbero visitante.

De ahí al final, la Peña controló el juego para sumar un memorable triunfo que le sitúa de nuevo en la cuarta posición con 34 puntos.