A la heroica, pero con total merecimiento. Así consiguió ayer la Unión Deportiva Ibiza eliminar al Albacete Balompié en la segunda ronda de la Copa del Rey, tras 120 minutos de gran espectáculo en un abarrotado estadio de Can Misses que concluyeron con una agónica tanda de penaltis favorable al conjunto de Pablo Alfaro. (Ver galería de imágenes)

La escuadra ibicenca mereció el triunfo en el tiempo reglamentario, donde superó de punta a punta al Albacete de Segunda División con un fútbol vertical y de gran intensidad que sorprendió a los manchegos.

No obstante, fue el equipo de Luis Miguel Ramis el que se adelantó en el marcador, a los 43 minutos, por mediación de Álvaro Jiménez. En la segunda mitad el conjunto pitiuso acorraló a los albaceteños, logrando Miguel Núñez el empate en el minuto 66.

Tras un emocionante final que se prolongó durante la prórroga, los lanzadores pitiusos no fallaron y Diego Mendoza logró el tanto que sitúa a la UD Ibiza en los dieciseisavos de final, donde tiene probabilidades de enfrentarse a un rival de 'Champions League'.

El equipo celeste fue a por el partido desde el inicio y a los 2 minutos gozó de una falta peligrosa que cabeceó muy desviado Rubén, quien recuperó su puesto en el centro de la zaga junto a Gonzalo. Pablo Alfaro demostró que quería la Copa y puso a su once de gala, con la única novedad de Kike López en el extremo zurdo para mantener a Pep Caballé en su carril diestro habitual.

Los primeros minutos fueron de claro dominio celeste. La UD Ibiza no renunció a la posesión y, como es tradicional, sometió a su rival, de superior categoría, en un inicio marcado por el espectacular ambiente que se vivía en las gradas.

En el minuto 12 volvió a avisar el bloque local, en un balón en largo del que se adueñó Rodado y que consiguió finalizar con un remate al lateral de la red.

Tras un primer cuarto de hora de tanteo, el equipo de Luis Ramis se estiró y aceleró el ritmo para tratar de apoderarse del control del partido. Pero fue el colectivo isleño el que alcanzó con peligro el área albaceteña, en una jugada de estrategia que remató Rodado muy forzado y que acabó Rubén con dos regates en el área y una falta posterior. El defensa celeste fue protagonista en la jugada siguiente, también a balón parado, pero tras ganar la línea de fondo mandó el centro a las nubes. Poco después, Javi Pérez cabeceó demasiado cruzado un buen centro de Morillas. Corría la primera media hora de partido y no había noticias del Alba en ataque.

En paralelo, un golpe fortuito entre Álvaro Jiménez y Morillas obligó a Alfaro a sustituir por primera vez en lo que va de temporada al lateral murciano, cuyo sitio ocupó Rubén, con Mariano Gómez en el centro de la defensa (min. 32). El Ibiza no se descentró y volvió a percutir por los costados buscando centros al área que pudiera enganchar Rodado.

Álvaro Jiménez, que había sufrido un nuevo impacto, esta vez en el rostro, se lamió las heridas con el gol que puso por delante al Albacete al filo del descanso, al remachar junto al palo corto un despeje de Germán a disparo de Silvestre (0-1, min. 43). La zaga ibicenca no estuvo contundente para frenar al centrocampista, que se había colado por el carril central como Pedro por su casa. Así, el combinado manchego rentabilizó al máximo su única gran ocasión en una primera mitad de claro color celeste.

Coraje y corazón

En el minuto 48 el colegiado anuló un gol a Pep Caballé por fuera de juego de Kike López, que se estrelló con el portero después de que éste rechazara con una gran intervención un disparo ajustado de Javi Lara. Los pitiusos acariciaron el empate tras el paso por vestuarios y siguieron apretando al Alba en campo contrario, exhibiendo grandes dosis de coraje y corazón.

Los de Ramis se estaban viendo superados, incapaces de desprenderse de la presión a la que estaban siendo sometidos. Por ambas bandas percutía el Ibiza, que volvió a rondar el 1-1 en un córner botado por Lara que no acertó a finalizar Mariano en el área pequeña (min. 61). El asedio local encontró premio a los 66 minutos, tras remachar a gol Miguel Núñez una jugada embarullada que ganó Rodado en el balcón del área con su clásico cuerpeo. Un tanto de fe y determinación que sirvió para impartir justicia en el marcador (1-1).

El Albacete despertó de la siesta con el tanto de su exjugador -Núñez pasó ocho temporadas por el club manchego- y Castillo dispuso de una clara ocasión con un potente remate que despejó Germán con ambos puños. El propio Castillo finalizó de tacón un espectacular eslalon de Álvaro Jiménez, pero Germán parreño estuvo atento para detener el cuero a ras de césped.

Los de Alfaro respondieron con un fútbol intenso y vertical que volvió a empujar al Alba a sus dominios, incluso en la prórroga. Javi Lara a punto estuvo de conseguir un gol olímpico y el meta Brazao fue clave con varias intervenciones de nivel. A pesar del sorprendente dominio de los ibicencos, el Albacete pudo sentenciar en los instantes finales, cuando cayó lesionado Rubén, pero el choque se marchó a los penaltis sin remisión.

Olabe, un apellido conocido

La UD Ibiza se llevó el triunfo después de conseguir un pleno en la tanda de penaltis gracias a los goles de Javi Pérez, Javi Lara, Gonzalo, Rodado y Diego Mendoza, que ingresó en el encuentro en el minuto 119. Por parte del Albacete había fallado el cuarto penalti Roberto Olabe, hijo del exguardameta del mismo nombre que en los años 90 pasó por la SD Ibiza. Bendita casualidad.