El fútbol pitiuso rendirá este próximo sábado un sentido y emotivo homenaje a Francisco Javier Tristán Galiana (Sant Antoni, 30-5-1958), el que fuera uno de los futbolistas y entrenadores más carismáticos del fútbol de Ibiza y Formentera, que falleció el 18 de enero de 2018, tras una gravísima enfermedad.

Una selección de exjugadores de la SD Portmany y de la UE Sant Josep se enfrentará a un combinado de exfutbolistas pitiusos en memoria de una de las personas más queridas del fútbol ibicenco, como han reconocido varios excompañeros. El encuentro tendrá lugar en el campo municipal de Sant Antoni a las 19 horas. Está previsto que antes del partido se le entreguen a María, la viuda de Javi Tristán, varias placas conmemorativas de este homenaje que ha organizado personalmente Juan Mesa 'Labi' para recordar a una persona que fue muy estimada y respetada dentro y fuera de los terrenos de juego.

El saque de honor lo efectuará el hermano de Javi, Antonio Tristán, y para la ocasión se han diseñado unas camisetas conmemorativas con la fotografía del homenajeado y un mensaje: 'Hoy tú también juegas con nosotros, Javier Tristán'. Asimismo, está previsto que asistan al partido familiares, algunos desplazados desde Alicante, y diversas autoridades de Ibiza y Formentera.

Los encargados de confeccionar ambas selecciones, compuestas por una treintena de exfutbolistas, han sido Ángel Arias y Bernat y Juan Mesa 'Labi' y León Martínez, respectivamente. Todos ellos han reconocido que han tenido que hacer una criba obligada porque han sido muchísimos los exfutbolistas que se han ofrecido para participar en este partido homenaje, para el que se llevan meses trabajando. El árbitro será el excolegiado Pedro Ferrer y cada parte durará 40 minutos.

«Nadie es imprescindible, pero tu serás inolvidable». Esta frase de su compañero y preparador físico Juan Ribas Fernández refleja fielmente el sentimiento que se tiene hacia Javi Tristán. También se le recuerda defendiendo sus ideas futbolísticas en las motivadoras charlas que daba antes de los partidos. «Salid a jugar como un bloque y con nuestro propio estilo. Disfrutad. Ayudad al compañero siempre y dejaos la piel. Os pido compromiso y entrega. Ganaos el triunfo trabajando y jugando bien al fútbol», solía decir a sus jugadores fuera la que fuera la categoría en la que militasen. Eran sus máximas.

Tenía conocimientos para tener derecho a exigirlo a sus futbolistas. También experiencia. No en vano, no hay ningún futbolista ibicenco que pueda presumir de haberle marcado goles al Rayo Vallecano y al Atlético de Madrid, de haber fichado con el Valencia CF y de haber sido el máximo goleador de todas las categorías del fútbol español. Se dice que en la Liga 81-82 fue el máximo goleador español, con 38 goles, pero él defendió siempre que aquella memorable temporada marcó la friolera de 48 goles. «Me birlaron 10 tantos. Se los dieron a otros», le contaba a su hijo Javi.

Calidad y personalidad

Calidad y personalidad

Francisco Javier Tristán Galiana era el menor de cuatro hermanos y llevaba el fútbol en sus venas contagiado por su hermano Antonio, el que fuera también un jugador muy destacado y querido en el Portmany, aunque el primer entrenador que se interesó por él fue Miguel Juan, Miguel 'de la Payesa', que le fichó para la Peña Blau i Grana siendo alevín (11 años) para la Liga local 68-69.

Vistió la camiseta azulgrana dos temporadas, para después fichar con 'su' Portmany siendo infantil, donde empezó a despuntar por su calidad y personalidad a pesar de su juventud. Tanto resaltaba futbolísticamente que con 14 años empezó a entrenar con el primer equipo, que militaba entonces en categoría Regional.

En la Liga 72-73 jugó cinco partidos con el primer equipo y marcó 12 goles. Ya no había dudas: Javi Tristán sería uno de los estandartes del histórico Portmany, que consiguió el ascenso a Tercera División en la inolvidable temporada 76-77, tras proclamarse brillante campeón pitiuso.

En la Tercera División de entonces había clubes muy potentes baleares, catalanes y valencianos. Tristán destacó frente al Villarreal, Alzira y especialmente ante el Mestalla. Jugó tan bien estos partidos y destacó tanto que el Valencia CF decidió ficharlo y hacerle un contrato de cuatro temporadas. Javi tenía 20 años de edad.

Al final de aquella campaña, el Portmany volvió a Regional, mientras Tristán cargó sus maletas de ilusión para marcharse a jugar en Primera División con el Valencia CF, en la que militaban el argentino Kempes y el alemán Bonhof.

Sin embargo, el joven delantero sanantoniense empezó jugando con el filial valencianista, el Mestalla, en el que eran suplentes jugadores tan importantes como Tendillo o Subirats, que después despuntaron con el conjunto 'che' y con la selección española.

Tristán no se adaptó y pidió volver a su ciudad de origen para jugar en el equipo portmanyista , a lo que accedió la entidad valencianista, pero siempre en calidad de cedido por si podía recuperarlo en el futuro. Su regreso coincidió con la mejor SD Portmany de toda la historia, llegando a disputar la Copa del Rey ante Rayo Vallecano (Tristán le metió tres goles) y Atlético de Madrid (un gol del ibicenco).

Fueron los mejores años del club de Sant Antoni y también de Javier Tristán porque tuvo el honor de ser el máximo goleador del fútbol español, de todas las categorías, en la temporada 81-82, con 38 goles oficiales, pero fueron 48 según los cálculos del goleador.

Tristán colgó las botas oficialmente en diciembre de 1987, jugando contra la Peña Deportiva (0-2), aunque después jugó con el Luchador, en la Liga de fútbol laboral para matar el gusanillo.

Un técnico con carácter

Un técnico con carácter

El fútbol era su pasión, pero empezó a entrenar por casualidad en el Sant Josep. Fue porque el equipo benjamín de su hijo se quedó sin entrenador y el bueno de Javi se ofreció para ayudar y dirigir a la plantilla. El banquillo le cautivó tanto que fue incapaz de dejarlo. Al contrario, puso su experiencia al servicio de una nueva generación de jugadores, que siempre le agradecieron sus sabios consejos y firmeza en sus planteamientos .

La espina que le quedó clavada hasta el fin de sus días fue no poder conseguir el regreso del Portmany a Tercera División en las temporadas 2004-05 y 2005-06. En su camino se cruzó el Felanitx y tras no lograrlo volvió al otro club de sus amores: el Sant Josep, del que fue coordinador y alma mater.

Javier Tristán enfermó gravemente y el 18 de enero de 2018 falleció rodeado de su familia. Descansa en paz, míster.