La UD Ibiza y el Atlético Baleares protagonizan este mediodía el derbi autonómico más parejo y emocionante de las últimas décadas en Segunda División B, un encuentro entre los dos primeros clasificados del grupo I y serios aspirantes al ascenso que pondrán en juego el liderato en un estadio municipal de Can Misses engalanado para la ocasión (12 horas). La llegada prevista de varios centenares de aficionados balearicos -se habla de unos 400 seguidores- unida a la gran expectación que ha levantado el encuentro entre los aficionados ibicencos permitirá contemplar la mejor entrada en años al estadio ibicenco.

El derbi balear cuenta con multitud de alicientes para convertirse en uno de los encuentros más atractivos de la categoría y en un foco mediático a nivel nacional, tal y como aseguró este viernes Pablo Alfaro. Ambas escuadras se citan en su mejor momento de la temporada, ocupando los dos primeros puestos de la clasificación y ejerciendo un dominio autoritario sobre el resto de sus rivales.

El combinado del vasco Manix Mandiola ostenta el liderato con 21 puntos en ocho jornadas, después de haber sumado siete victorias y una única derrota, la encajada en la tercera jornada de Liga ante el Rayo Majadahonda (2-1).

La escuadra celeste, por su parte, no pierde desde agosto en su debut liguero en Las Palmas (3-2), y mantiene un expediente inmaculado como local, donde cuenta sus partidos por victorias.

Los guarismos de ambos equipos son casi calcados. Acuden a la cita habiendo sumado cuatro jornadas consecutivas con la portería a cero y, con cuatro tantos en contra, son los conjuntos más sólidos de la división de bronce.

La UD Ibiza acumula un gol más a su favor que los mallorquines (15), pero el empate cosechado hace cuatro semanas en Coruxo (0-0) les mantiene a dos puntos de su máximo oponente hasta el momento en la competición.

También será un duelo de estilos y una batalla táctica entre dos de los mejores entrenadores de la categoría. Tanto Pablo Alfaro como Manix Mandiola apuestan por tener el dominio del balón y por mantener alejado el peligro mediante una defensa adelantada con presión sobre el rival en campo contrario. A ambos les obsesiona el equilibrio entre defensa y ataque y disponen de un amplio fondo de armario para buscar alternativas si el partido lo requiere. La pugna por ver quién asume la iniciativa del encuentro centrará el interés en los primeros compases del choque de la jornada.

Polémica y ausencias

El encuentro llega también marcado por las polémicas declaraciones del director deportivo del Baleares, Patrick Messow, en las que critica las negociaciones del club ibicenco con varios futbolistas de su entidad el pasado verano, y en las que asegura que el equipo de Mandiola es superior al de Alfaro y que acabará la Liga por delante.

Pablo Alfaro, que respondió asegurando que «el espectáculo estará en el campo, no fuera», no podrá contar para el partido con el defensa central Gonzalo de la Fuente por molestias físicas, mientras que Manix Mandiola pierde al lateral zurdo Luca Ferrone por una lesión muscular.

Todo ello en el marco de un partido inédito, pero que cuenta como precedente más aproximado en Segunda B al que se disputó el 27 de septiembre de 2008, con la ya desaparecida Sa Deportiva Eivissa como rival de los blanquiazules. El marcador (2-0 para los locales) de poco le sirvió al final de la campaña ya que tanto pitiusos como balearicos acabaron la campaña en puestos de descenso a Tercera División, junto con la Peña Deportiva.