El Portmany celebró ayer con sus aficionados la primera victoria de la temporada en su regreso a Tercera División, tras golear a un Ferriolense que no supo aprovechar su superioridad numérica cuando, al filo del descanso, vio la segunda amarilla el pivote de los ibicencos Tomás Rojo (3-0).

Después de tres jornadas adversas, el conjunto de Sant Antoni consiguió derrotar a un rival directo por la permanencia en un encuentro con dos partes muy diferenciadas. La primera, espesa y con escaso fútbol, estuvo marcada por la expulsión por doble amarilla de Tomás, que dejó a su equipo con un futbolista menos a los 44 minutos de partido.

El viento deslució un primer acto en el que se jugó más por el aire que a ras de césped, con dos equipos cautos en labores defensivas e imprecisos en la zona de ataque. Los minutos pasaban sin que se registraran ocasiones, para desesperación de los 200 espectadores que se citaron en el campo.

La segunda mitad fue mucho más abierta y el conjunto rojillo desarboló a su rival con espacios a la contra, después de que el Ferriolense se quedara también con un hombre menos en el ecuador de la segunda parte tras la expulsión de Oriola.

Antes, Marc Soldat abrió el marcador al aprovechar un error en el despeje de la zaga visitante y anotar, a puerta vacía, en el segundo palo (min. 59). Los dos goles restantes llegaron de penalti.

El extremo Fabián, que había iniciado la jugada del 1-0 tras un robo de balón, provocó la pena máxima que sirvió para encarrilar el triunfo local en una rápida contra iniciada por el guardameta Hortal. Toni Ramírez, que había ingresado poco antes al campo, engañó al meta visitante desde los once metros para ampliar el triunfo (2-0, min. 74).

Fabián pudo redondear su gran actuación con una gran acción personal, pero su exquisita vaselina se estrelló en el poste. Con un Ferriolense volcado llegó un nuevo penalti, cometido ahora sobre Toni Ramírez, que en esta ocasión se encargó de transformar Roberto (3-0, min. 86).