«A Carolina le apetece seguir en el club porque quiere debutar con nosotros y jugar en Ibiza, ya que no ha podido hacerlo ninguna jornada. Esa es su ilusión, pero es un año complicado». Son las palabras de Ernesto García, entrenador del Club Bádminton Pitiús y hombre de confianza de la campeona olímpica, que ayer ofreció una rueda de prensa para explicar los pormenores de su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en enero, y para valorar su posible participación en el próximo Mundial del mes de agosto.

El técnico del conjunto ibicenco explicó que hasta el próximo mes de mayo de 2020 la élite del bádminton internacional se encuentra en año olímpico, por lo que «será difícil saber si va a jugar la Liga española». Además, Carolina Marín se haya inmersa en los trabajos para la rehabilitación de la rotura del ligamento cruzado de su rodilla y, aunque progresa muy positivamente, mantiene en el aire su futuro deportivo a corto y medio plazo. «Es una conversación que debo tener con su entrenador [Fernando Rivas], pero estoy dejando que la recuperación vaya adelante porque conociéndolo, quizás me diría que no sin tener datos. Creo que en el club va a seguir, incluso en el equipo de Liga, pero no sabemos si jugaría. Es una conversación que debo tener un poco más adelante», aseguró García sobre la continuidad de Carolina Marín en el CB Pitiús.

«No sé si llego al Mundial»

Carolina Marín no confirmó su presencia en el Mundial del próximo mes de agosto, ya que dependerá de «cómo responda la rodilla», en la que sufrió el pasado 27 de enero una rotura del ligamento cruzado anterior y que le ha mantenido apartada de las pistas desde entonces.

«No sé si llegamos al Mundial. Hay que ir viendo cómo va respondiendo la rodilla. Si al final no voy al Mundial de Basilea, tengo otros torneos en septiembre para poder ponernos a punto. Habrá que barajar qué tal es el cuadro y si estoy preparada para ganar o para una o dos rondas», expresó la actual campeona del mundo en un acto de LaLiga Sports.

La deportista onubense, de 26 años, no quiere precipitarse en su vuelta al circuito y solo competirá cuando se sienta «al 100%». «No quiero volver a jugar pensando en la lesión, me gustaría hacerlo siendo mejor jugadora de lo que era antes», aclaró Marín.