Tomás Rojo, centrocampista portmanyí, se mostró orgulloso de su equipo, pero reconoció que el Mahón no les puso las cosas fáciles ni en inferioridad numérica.

«Con el 1-2 estábamos ahí, pero la expulsión de Toni Ramírez, que creo que no mereció, nos afectó bastante. Hemos acabado muertos por el calor, aunque insistimos por arriba y por abajo hasta el final en busca del empate, pero éste no llegó porque su portero lo hizo muy bien. Nos interesaba ir a Palma a jugarnos el pase a la Copa, pero no ha habido suerte. Da algo de rabia porque no habíamos perdido hasta ahora ni un solo partido» señaló.