Pasan de las 10 horas y el calor aprieta con fuerza en Platja d'en Bossa. Por las aceras próximas al Hard Rock hotel transitan una veintena de personas que se dirigen a las pistas de pádel del Sport Center. Son los integrantes de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef), que van acompañados de sus monitores para disfrutar de una jornada de pádel, como ya hicieron el año pasado. La actividad la ha promovido el monitor de pádel Fran Yeste, junto con el Hard Rock hotel, y ha contado con la colaboración de los miembros de la empresa Capitán Emo.

La actividad es una muestra de que el deporte es una potente herramienta de socialización y de inclusión. Sólo basta con ver a Darío cómo golpea con fuerza y maestría la pelota cuando se la lanzan los monitores; o la cara de felicidad de Arián al conseguir también devolver las bolas con la pala hasta el otro lado de la pista; o el ejemplo de superación de Rares, que para agarrar la pala se la tienen que sujetar con cinta a su mano, pero no por eso deja de disfrutar como el que más y consigue también jugar.

«Les viene muy bien en todos los sentidos. El hacer deporte siempre es favorable para ellos. Y esta actividad es plenamente inclusiva», asegura Irene Ramón, coordinadora de ocio y tiempo libre de Apneef.

Los participantes en la actividad de ayer tienen entre 6 y 28 años y distintas discapacidades. Algunos de ellos hacen otros deportes, pero quisieron probar el pádel para superarse a sí mismos. «Ver que consiguen ir avanzando, y cada vez llegan más fuerte y golpean mejor, les sube mucho la autoestima y el autocontrol», explica Ramón.

«La ilusión de estar con ellos y que estén contentos un rato para nosotros es lo máximo», destaca Fran Yeste. La actividad de ayer dividió a los chicos y chicas de Apneef en tres pistas. En dos de ellas se llevaron a cabo «ejercicios de pádel» que les permitieron «aprender un poquito la técnica» del deporte, y en una tercera pista se realizaron ejercicios más físicos con juegos. También hubo una exhibición de cuatro monitores de pádel. «A ver si les gusta y algún día quieren venir con nosotros. Serán bien recibidos», sentencia Fran Yeste.