En noviembre del año pasado decía usted en una entrevista que el atletismo español volvía a ser ilusionante. ¿En qué etapa estamos ahora en 2019?

De consolidación porque hemos ganado ilusión. El año pasado se batieron 187 récords de España en todas las categorías menos máster. Esto es el doble de lo que se había batido en los últimos cinco años de media. Este ejercicio llevamos cerca de 70. Además, están mejorando todas las audiencias. Por ejemplo, la última jornada del Europeo de Glasgow, donde estuvieron Ana Peleteiro, Óscar Husillos o Jesús Gómez, tuvo audiencias de dos millones y medio en Teledeporte. Esto hacía años que no lo teníamos y el mérito es de ellos, de los deportistas, que generan ilusión. Tenemos una nueva generación de atletas muy jóvenes que además de ser grandísimos deportistas tienen la capacidad de atraer a los jóvenes. Además, estamos en una nueva etapa de más posibilidades económicas para hacer más cosas.

¿Cómo está España en cuanto al rendimiento de sus atletas?

En el ámbito continental hemos mejorado mucho y a nivel europeo somos la quinta potencia, muy cerquita ya de Francia en los campeonatos. En el ámbito mundial, nuestras opciones son las que son. Además, en nuestro deporte hay una coyuntura que no se da en otras disciplinas, que es que los países que están más abajo en el PIB [mundial] ganan más medallas que los que están arriba. Hay una capacidad innata que es correr, porque la gente sabe correr desde pequeñita y puede mejorar esa capacidad.

En el calendario internacional se presentan dos escenarios importantes en los próximos años: el Mundial de Doha y los Juegos de Tokio 2020. ¿Cuáles son las opciones españolas?

Nunca hablo de medallas porque estas se ganan en la pista, en el asfalto o en el cross. Hablamos de opciones. Si llegamos con dos o tres posibilidades, lo normal es que ganes una o ninguna medalla. En Londres, en el último Mundial, de nuestros atletas inscritos sólo uno llegaba entre los ocho mejores. Matemáticamente, las opciones eran tener un finalista y conseguimos cinco. Se batieron récords de España y hubo doce atletas entre los doce primeros, pero no ganamos ninguna medalla. Para mí fue una buena actuación. Evidentemente, queremos ganar medallas, pero sabemos la realidad. Vamos a llegar a Doha y a Tokio con opciones crecientes. La generación de marcha es muy talentosa; Peleteiro está en nivel creciente y ha ganado una madurez tremenda en la pista; Orlando Ortega va a estar en su madurez también; el 4x400 es muy ilusionante y seguro que habrá sorpresa de algún mediofondista. Nuestro plan estratégico es estar entre los cinco mejores países europeos en cualquier competición.

¿Peleteiro puede ser la abanderada del atletismo español?

Ana Peleteiro es ahora mismo la abanderada del atletismo español. Actualmente hay dos atletas que siempre tienen opciones de estar entre los tres mejores: Orlando [Ortega] y Ana Peleteiro. Está claro. Ana, desde que tenía 16 años nos ha deslumbrado, pero desde hace un año le veo esa capacidad de dominar la prueba. Y no me refiero a aspectos técnicos sino a todos los aspectos emocionales.

¿En qué ha cambiado la Federación Española desde que usted la gestiona?

Lo que hemos hecho no es cambiarla, es evolucionarla. Hemos cogido una federación solvente, con algún reto económico porque se redujo muchísimo la inversión pública pero también la privada. Hemos intentado adaptar al siglo XXI los modelos de gestión, planificación deportiva y organizativos. Ese es el salto que intentamos dar. Nos falta mucho por hacer, pero creo que hemos hecho avances importantes. Hemos reducido la deuda de casi dos millones a cerca de 300.000 euros, pero a la vez hemos conseguido hacer mucha actividad.

¿Echa de menos cuando era atleta de élite o se encuentra mejor en los despachos?

Para mí todo ha sido una competición en la vida y sigo compitiendo. Cuando cerré mi etapa en el atletismo entendí que era el fin, no he vuelto a ponerme más unas zapatillas de clavos. Mi primer proyecto fue ir a los Juegos Olímpicos, batir el récord de España, intentar ser mejor cada día y ganar una medalla internacional. Mi segundo proyecto fue traer los Juegos Olímpicos a España y ahora es que el atletismo español vaya mejor. No lo veo como un trabajo sino como una pasión.

El Meeting Toni Bonet ha contado con un cartel espectacular en esta edición...

En calendario español siempre ha habido un mitin referente que abría la temporada. En algün momento fue en Palma. Desapareció esa referencia, se quedaron con las Ligas, y ahora ese vacío lo ocupa el Meeting Toni Bonet. Lo hacen bien porque es el mitin que abre la temporada y se centran en atletas españoles. Además, cuando este evento se acaba lo más importante es que los chavales querrán hacer lo que han hecho sus ídolos. Esa capacidad de inspiración me parece que es muy importante.

En los últimos días ha habido un poco de controversia con la demanda de un club de fútbol, la UD Ibiza

Nosotros necesitamos nuestra instalación, no vamos a otras a colocar tartán. Podemos compartir nuestra instalación, somos generosos, para que otros deportes la utilicen, pero respetándola y no convirtiéndola en algo que no es atletismo. Estamos encantados de que, hablando, nos organicemos todos y podamos utilizar instalaciones para que sean más viables porque, además, a las instituciones públicas también les interesa. Pero no transformando la realidad de una instalación ni las condiciones ni requerimientos técnicos de la misma. Respeto cualquier opinión pero voy a estar siempre del lado del atletismo.

El marchador Marc Tur es ahora el atleta de referencia en las Pitiüses. ¿Hay opciones de que sea olímpico algún día?

Algún día no, el año que viene. En los 50 kilómetros tenemos un referente, que es Chuso García Bragado, pero creo que tenemos que dar un salto. Esta distancia se encuentra en un momento complicado porque se va a votar eliminarla del campeonato del mundo y del programa olímpico, para bajarla a 30 o 35. Ahí es dónde va a estar la oportunidad de Marc, en cómo se adapta a la distancia. En el equipo técnico, cuando hablas con ellos, tienen muy claro que Marc es uno de los atletas de futuro [acaba de ser plata por equipos en la Copa de Europa].

¿Qué le parece el trabajo que se hace en Ibiza con el atletismo?

Tiene mucho mérito porque al final hay una variable, que es la población. No se puede comparar el trabajo que se hace aquí con el de las grandes ciudades. Además, hay una complejidad, la insularidad. Mientras en la Península es fácil coger un coche para moverse, aquí hay que hacerlo con un avión o un barco. Cuando se trabaja con ilusión y con conocimiento se suele generar un buen valor. De aquí han salido grandes deportistas y eso es por algo. No existe la casualidad en el atletismo. Siempre digo que donde hay un buen entrenador hay buenos atletas. Además, aquí han entendido muy bien que necesitan traer el conocimiento de grandes entrenadores para que los de aquí se formen.