El CD Ibiza ha dado un paso atrás en su objetivo de clasificarse entre los cuatro primeros equipos de la Tercera División balear que le daría derecho a disputar el play-off de ascenso a Segunda B. Su derrota el pasado jueves en el campo del Platges de Calvià (1-0) le ha distanciado de las primeras plazas y las diferencias han aumentado. Ahora, a falta de cinco jornadas para el final del campeonato liguero, los de Vila tienen tres puntos menos que el Poblense (que es 4º) y cinco menos que el Formentera (3º). La Peña y el Mallorca B, primero y segundo clasificado, respectivamente, son inalcanzables y su plaza para disputar la fase de ascenso la tienen asegurada.

La derrota frente al Platges son de las duras porque encima fue injusta, puesto que el Ibiza pudo sumar un punto si el árbitro del partido, Vega Martín, hubiera validado el gol legal que marcó Ortiz en el descuento, pero el colegiado y su linier consideraron que el balón no había traspasado totalmente la línea de gol y anuló un tanto que hubiera dejado las cosas como estaban antes de que empezara esta 37ª jornada.

La indignación del cuadro ibicenco por esta injusta anulación de un gol a todas luces legal como ha podido verse en televisión, fue total y absoluta, sacando de quicio a toda la expedición y especialmente al entrenador Antonio Racero, 'Puma', que fue expulsado por su airadas protestas.

Al final, los tres puntos se quedaron en Calvià y el conjunto pitiuso se vino de vacío y seriamente preocupado por el calendario que le espera, ya que debe medirse al Murense, Formentera, Felanitx, Mercadal y Constància, rivales, en teoría, más complicados que los que tendrá el Poblense en un final de Liga que se adivina muy reñido dadas las mínimas distancias que hay entre los equipos, especialmente en la parte alta de la tabla.

La SD Formentera sí que hizo los deberes empatando en el siempre complicado campo del Poblense, de hierba natutal y de grandes dimensiones. Los de la pitiusa menor siguen a dos puntos de los de sa Pobla, pero ahora tienen ganado el gol average particular al empatar a un gol (en la ida el partido acabó sin goles).

Fue, por tanto, un buen resultado tras un partido jugado de poder a poder y teniendo en cuenta que el Formentera encajó el gol cuando sólo se llevaban jugados cinco minutos de un partido que despertó gran expectación.

La única preocupación que tiene en estos momentos el Formentera es el calendario, ya que debe jugar dos derbis consecutivos, ante Sant Rafel en casa y contra el CD Ibiza fuera. Después debe medirse al Murense y al Platges de Calvià en Sant Francesc y acabará la Liga jugando en el campo del Felanitx.

El Sant Rafel dio la de cal al ceder un sorprendente e inesperado empate ante el colista, Murense. Los ibicencos salieron a jugar con una empanada mental importante y los mallorquines se adelantaron en el marcador en el minuto 14 de una primera parte infumable. En la segunda mitad, el juego no mejoró pero al menos los locales lograron la igualada gracias a un gol de Diego en el minuto 78. A destacar que en la grada había sólo 48 espectadores.

Por último, la Peña Deportiva descansó, y solamente está a la espera de saber cuándo cantará el alirón y volverá a ser campeón.