Un gol de falta directa del lateral izquierdo Javier Bonilla consiguió deshacer el ovillo en el que se encontraba ayer la UD Ibiza frente al Talavera, que con muy poquito pudo llevarse algún botín del estadio de Can Misses (1-0). Pablo Alfaro celebró con muy poco entusiasmo su primera victoria al frente del conjunto ibicenco tras presenciar un partido espeso y sin brillo en el que no lograron desarbolar a un Talavera que llegaba a la isla sin seis de sus mejores futbolistas por lesión.

Pablo Alfaro, que continúa examinando la versatilidad de sus futbolistas, aprovechó la dura oposición del conjunto toledano para probar diferentes dibujos tácticos. También dejó claro que no se casa con nadie y ayer recetó suplencia a Chavero y Fran Grima, que ni siquiera se vistió.

En lo futbolístico, poca historia. Rodado, a los 9 minutos, protagonizó la primera ocasión del partido pero su remate forzado en el segundo palo, tras un envío de Bonilla, se marchó muy desviado.

Cuando Cirio, que arrancó en el extremo zurdo, comenzó a ofrecerse entre líneas se multiplicaron las vías de generar peligro para los ibicencos. Provencio, que ayer actuó en la mediapunta, no terminó de acoplarse y fue Armenteros quien asumió la creación del fútbol en medio campo junto a Núñez, de nuevo el stopper de los celestes. Raí también dejó detalles de calidad y desborde por el flanco derecho con Rodado en punta, siempre con la caña preparada.

Pasado el primer cuarto de hora llegó la segunda gran tentativa de los pitiusos, en una acción de estrategia que finalizó Bonilla con hasta dos zurdazos en el corazón del área, pero sin éxito.

El propio Bonilla fue el encargado de ejecutar una falta desde la frontal, pero Gianni adivinó la dirección del esférico y despejó a córner. Armenteros, tras el saque de esquina, cabeceó elevado (min. 24).

El Talavera se fue sacudiendo la presión gracias a un buen balance defensivo y gozó de su primera oportunidad a los 34 minutos, en un balón que llegó franco para Espinar, quien remató flojo con la zurda a las manos de Lucas. El brasileño, que volvió a la portería por la lesión de Álex, tuvo que volver a intervenir cinco minutos después para desbaratar un lanzamiento ajustado de Cristian tras internarse por el flanco izquierdo. Los talaveranos, sin necesidad de tener el balón, ya habían generado el mismo peligro que los isleños en la primera mitad.

En el último minuto pudo llegar el 0-1 en un cabezazo franco de Melchor que acarició el poste izquierdo de la meta ibicenca, tras varios rechaces a la salida de un saque de esquina. Fue sin duda la ocasión más clara de un primer episodio insulso y sin brillantez.

El balón parado manda

El balón parado manda

La falta de intensidad siguió marcando el partido tras el paso por vestuarios. La UD Ibiza era incapaz de desnudar la sólida zaga visitante y Pablo Alfaro se resistía a introducir modificaciones, como demandaba el partido. Los Ferran Giner, Chavero, Jordi Sánchez o Perdomo aguardaban en el banco mientras Armenteros y Provencio naufragaban en medio campo.

Finalmente saltó al césped el extremo zurdo valenciano, a los 60 minutos, aunque fue de nuevo Raí el protagonista de un lance que resultaría clave para el devenir del encuentro. El brasileño provocó una falta al borde del área, tras un control magistral con el pecho, y Bonilla fue el encargado de adelantar a los ibicencos con un sutil lanzamiento con la zurda que se coló cerca del poste tras superar la vulnerable barrera (1-0, min. 66).

Pero el duelo seguía en el alambre. Ismael tuvo el empate tras varios rechaces a la salida de un córner, pero su zapatazo a bocajarro encontró el cuerpo de un defensor local. Alfaro dio frescura al ataque introduciendo a Jordi por Rodado para buscar el tanto de la tranquilidad ante un Talavera que podía hacer daño en sus escasas incursiones. Sobre todo a balón parado.

Raí, uno de los más activos de la UD Ibiza, tuvo el segundo en un testarazo que se marchó desviado por un palmo. Luego dejó su sitio en el campo a Iosu Villar, que reapareció tras dos jornadas en blanco por decisión técnica.

Los últimos minutos se vivieron con inquietud en Can Misses, porque a balón parado podía ocurrir cualquier cosa en el área de Lucas. Pero no hubo asedio visitante y la UD Ibiza sumó un triunfo que le sitúa a 10 puntos de la cuarta posición.