La Unión Deportiva Ibiza se despidió ayer de manera virtual de sus opciones de clasificarse para la fase de ascenso a Segunda División tras caer goleada en Marbella (3-1). El conjunto ibicenco ofreció una imagen paupérrima que ha acabado por enterrar el sueño del ascenso a 10 jornadas para el final. La humillante derrota, pues el equipo vagó sin alma por el estadio Antonio Lorenzo Cuevas de Marbella, aleja a la escuadra celeste a 11 puntos de la cuarta plaza, por lo que la sexta posición que da derecho a disputar la Copa del Rey se presenta ya como el principal reto a conseguir.

Pablo Alfaro tampoco fue capaz de mejorar el rendimiento del equipo lejos de Can Misses, en un encuentro decepcionante que vino a confirmar el fracaso que han supuesto los golpes de timón dados por el club a mitad de temporada.

El entrenador que llegó para mejorar las (más que aceptables) cifras de Andrés Palop tampoco parece capaz de hacer funcionar la maquinaria celeste con las piezas y recambios que ha puesto a su disposición la entidad en el mercado de invierno. La alocada revolución que sufrió el vestuario le está pasando factura al cuadro pitiuso, que desde finales de enero sólo ha sumado siete puntos de 21 posibles.

Sometidos desde el inicio

Los primeros minutos en Marbella hacían presagiar la debacle deportivista, cuando a los 7 minutos el conjunto local ya había protagonizado tres ocasiones de claro peligro.

Los avisos no sirvieron para despertar a los ibicencos de su caraja inicial. El equipo de Pablo Alfaro no daba pie con bola y la pareja de creación formada esta vez por Chavero y Armenteros tampoco lograba hacer fluir el juego de los celestes. El plan de tener más presencia en campo contrario para generar peligro estaba naufragando y era el Marbella el que pisaba el área rival con suma facilidad. El gol rondaba la portería de Álex Sánchez, que mantuvo la confianza de Alfaro por segunda semana consecutiva.

Hasta el central Gonzalo se contagió de la apatía que estaba mostrando el bloque isleño y perdió un balón en defensa permitiendo a Juergen armar un disparo potente desde fuera del área que se marchó por encima del travesaño (min. 22).

Por fin adelantó sus líneas el plantel pitiuso y a los 26 minutos Armenteros probó los reflejos del meta local con un zurdazo raso desde la frontal del área, tras recuperar un balón en tres cuartos de campo fruto de la presión.

La reacción fue un espejismo y el Marbella siguió percutiendo con velocidad por todos los frentes de ataque. El colectivo de Pablo Alfaro hacía aguas y estaba a merced de los andaluces, mucho más despiertos y concentrados para afrontar una cita de tamaña envergadura.

Y así llegó el 1-0, después de otro desajuste defensivo que permitió a Paulo Vitor marcharse por velocidad de Fran Grima y entregar un pase certero al corazón del área para que Juanma, con un gran reverso, ejecutara por bajo a Álex Sánchez (min. 32).

El conjunto ibicenco estaba cuajando una de sus peores actuaciones de la temporada, de nuevo a domicilio, y al final de una lamentable primera mitad echó por la borda todas sus opciones de mantener vivo el sueño del ascenso. A los 40 minutos, Juanma se anticipó a toda la defensa celeste para cabecear a la red la falta lateral botada por el colombiano Juergen (2-0).

Armenteros y Perdomo pagaron los platos rotos en el descanso y Alfaro metió toda la carne en el asador dando entrada a los delanteros Raí y Jordi Sánchez. El punta con raíces ibicencas tuvo la primera ocasión para recortar diferencias, pero su remate se fue a córner.

Tras unos minutos de tanteo fue de nuevo el Marbella quien pudo sentenciar tras una pérdida de balón de Núñez que recogió Juergen en el balcón del área. Su disparo ajustado se marchó a un palmo del poste derecho.

A los 64 minutos, Rodado cabeceó fuera un centro desde la izquierda de Cirio y en la acción siguiente Fran Grima decidió mal, con todo a su favor, tras caerle el balón en el segundo palo. Poco después Wilfred solventó con una buena estirada una falta lejana botada por Chavero. Sin efectividad, las opciones de la UD Ibiza de meterse en el partido quedaban prácticamente descartadas.

El Marbella aprovechó los espacios y mató el partido gracias a un certero testarazo del recién ingresado Montero (3-0, min. 71). Los de David Cubillo ajusticiaron a su rival y se cobraron su particular venganza tras el 4-0 de la primera vuelta.

El goleador de los ibicencos, Ángel Rodado, logró el tanto del honor en el descuento con un efectivo remate que se coló por la escuadra. Un gol que no sirvió de nada para rescatar a un equipo a la deriva.