Carlos Roselló es, hoy por hoy, la gran esperanza del Club Náutico Ibiza de cara a poder ver, por primera vez en sus más de 90 años de historia, a uno de sus deportistas representando a Balears y a España en una cita olímpica. Conseguir participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es la gran meta que se ha fijado Roselló y el anhelado sueño por el que suspira el joven regatista pitiuso, aunque es consciente de la dificultad que supone alcanzar ese objetivo.

Por ello, el flamante campeón de España de la clase olímpica Laser Standard, remarca que prefiere mantenerse «con los pies en el suelo» porque es consciente de que por delante tiene a Joaquín Blanco y Joel Rodríguez, los dos integrantes del equipo nacional olímpico de la clase Laser Standard, que cuentan actualmente con un nivel «superior» al suyo. No obstante, el regatista del club ibicenco reconoce que el «sueño olímpico» siempre ha estado en su mente y que sus ganas «son máximas», por lo que va a luchar «hasta el final» por un objetivo que cree que «se puede conseguir».

Sobre el innato talento de Carlos Roselló para la navegación, Sebastián Vidal, director técnico del Club Náutico Ibiza, recuerda: «Ya cuando tenía 11 años nos demostró que es un chico muy constante, que tiene la cabeza muy bien amueblada y que nunca tira la toalla. En todos los campeonatos en los que ha participado siempre se ha sobrepuesto a todas las adversidades con las que se ha ido encontrando y ha sacado lo mejor de sí mismo para seguir adelante».

Opciones de estar en Tokio 2020

En cuanto a sus posibilidades de acudir a las próximas Olimpiadas de Tokio 2020, Vidal señala que es «un sueño que lleva mucho tiempo persiguiendo y por el que está trabajando mucho».

«No sabemos si se cumplirá este deseo o no, pero cada vez está más cerca, aunque sea difícil, ya que los dos canarios del equipo olímpico tienen mucha más experiencia que él, aunque en la regata del Campeonato de España Carlos les ganó a ambos allí en su casa, dejando claro que va a ir a por todas, que su progresión es siempre ascendente y que también tiene sus posibilidades. A ver si lo puede conseguir finalmente y nos da la alegría de tener, por primera vez, a un representante de nuestro club en unas Olimpiadas», apostilla, con orgullo, el director técnico del Club Náutico Ibiza.

Y es que a Carlos Roselló, que comenzó en el mundo de la vela a los siete años de edad, la pasión por el mar y por navegar le viene de casta, ya que en su familia se cuenta con una larga tradición marinera.

«Empecé en la vela en el Club Náutico Ibiza gracias a mi hermano, que se inició un año antes que yo y fue el que me introdujo el gusanillo por este deporte y por salir al mar a disfrutar navegando. También se lo debo a mi familia, que cuenta con una extensa tradición marinera que nos viene desde mis bisabuelos, ya que mi padre se dedicó toda su vida a la vela y mi abuelo fue uno de los fundadores del Club Nàutic de Sant Antoni», recuerda el joven patrón ibicenco.

Una progresión imparable

Cumpliendo etapa tras etapa en las diferentes clases de vela ligera, Carlos Roselló fue puliendo su pericia en el gobierno de las embarcaciones y adquiriendo las destrezas náuticas necesarias para la navegación en la alta competición.

Fue en 2013, a los 19 años de edad, cuando el regatista del Club Náutico Ibiza dio el salto a la clase Laser Standard, que es la categoría absoluta y olímpica. Desde entonces, la progresión del ibicenco ha sido imparable, como lo demuestran los espectaculares resultados que ha ido obteniendo año tras año y que han desembocado en este 2018 en un doblete nacional. No en vano, Roselló ha saboreado este año las mieles del éxito en una temporada ya «inolvidable» para él, en la que ha conseguido conquistar la doble corona nacional, al proclamarse en febrero, en Torrevieja, vencedor de la Copa de España, y adjudicándose hace apenas unas semanas en aguas canarias el título de campeón de España.

«No puedo decir que esta temporada ha sido la mejor de mi carrera deportiva, porque en 2011 conseguí la segunda posición en el Campeonato del Mundo de Laser 4.7, pero sí que puedo afirmar con seguridad que ha sido una de las más completas que recuerde», matiza Roselló, quien al mismo tiempo subraya: «La verdad es que me siento contento y muy feliz de haber conseguido estos dos títulos nacionales porque han venido en un momento muy importante para mí, ya que estoy a punto de terminar mis estudios universitarios (cursa actualmente el último año del máster de la carrera de Ingeniería Industrial) y de poder enfocar todos mis esfuerzos al deporte».

En este sentido, Roselló puso de manifiesto la «importancia» de poder dar el paso de dedicarse en cuerpo y alma a salir a navegar, ya que muchos de sus rivales es a lo único que se dedican.

«Durante estos años he intentado compaginar ambas cosas (estudios y competiciones) lo mejor que he podido, pero al entrar en la categoría absoluta sí que me di cuenta de que me quedaba aún mucho trabajo por hacer, pues la gente que compite de todos los países dedica todo su tiempo a entrenarse a tope», apunta el talentoso navegante ibicenco.

Retos para el nuevo año 2019

A Carlos Roselló le gusta mirar siempre hacia delante y poner proa hacia nuevos objetivos que le obliguen a mejorar. De cara al nuevo año, el regatista del Club Náutico Ibiza avanza que está «a las puertas de entrar en la lista de los 50 mejores del mundo» y que ése es uno de los retos que se ha marcado alcanzar porque es un objetivo real que ve «asequible».

«La euforia del Campeonato de España aún me dura, pero ahora que estoy empezando a despuntar en mi categoría, tengo que centrarme un poco más en luchar por otros retos de carácter internacional, como son el Europeo o el Campeonato el Mundo», explica el joven patrón.

Preocupado por el futuro del club

Preocupado por el futuro del club

Criado deportivamente desde pequeño al amparo del Club Náutico Ibiza, a Carlos Roselló hay un tema que le quita el sueño, que le causa incertidumbre y que le preocupa en gran medida. Se trata de la viabilidad de futuro de su club, dada la complicada situación por la que atraviesa a causa de la prórroga de su concesión por parte de la Autoridad Portuaria de Balears, que decidió abrir un proceso competitivo al que se presentaron varias empresas «creadas al efecto para hacerse con la concesión» y a las que parece que les mueve únicamente «el interés económico» para crear una marina de lujo, «sin tener en cuenta el arraigo social, la importancia histórica del club y que se trata de un entidad sin ánimo de lucro», subraya el campeón de España.

«Me gustaría dar una pequeña alarma social a la población ibicenca porque estamos ante un hecho de gran trascendencia. Estamos hablando de la continuidad de un club que tiene más de 90 años de historia, que le ha dado muchos éxitos deportivos a la ciudad y a la isla de Ibiza, y que desempeña una labor social y deportiva muy importante a nivel local», asevera Roselló, que también denuncia: «Considero que es muy grave que la administración pertinente no sea capaz de encaminar este tema y de apoyar al máximo al club para que los ibicencos no lo perdamos. En Ibiza necesitamos continuar con la tradición de una náutica que esté al alcance de todas las personas».