La UD Ibiza más competitiva regresó con un punto de su visita al estadio vinícola del Jumilla, donde se libró un tedioso combate que acabó tal y como empezó tras 90 minutos sin claras ocasiones de gol (0-0).

Los hombres de Andrés Palop exhibieron músculo y tenacidad en el trabajo defensivo para frenar a un adversario dotado de mucho talento en ataque, donde figuran jóvenes promesas de la cantera de los Wolves de la Premier League inglesa.

El reparto de puntos hizo justicia en un encuentro que se libró fundamentalmente en el centro de campo y que estuvo huérfano de acciones de brillantez y peligro.

El entrenador valenciano Andrés Palop volvió a apostar por el brasileño Lucas bajo palos y por Javi García en el lateral zurdo en detrimento de Candelas. Martí Riverola fue el elegido para sustituir a Chavero, baja por sanción, en la mediapunta del ataque celeste, mientras que Abel suplió al capitán Verdú en el centro de la zaga por idéntico motivo.

El orden táctico y el respeto entre ambos equipos dominó los primeros compases del enfrentamiento, en los que no se registraron aproximaciones a ninguna de las dos áreas. Jumilla y UD Ibiza alternaban el juego; los vinícolas tratando de abrir bien el campo para percutir por los costados y los isleños buscando los contragolpes que tan buenos resultados les reportaron en Granada (0-3).

Una indecisión entre Javi García y Lucas a punto estuvo de costarle caro al cuadro celeste en el minuto 11, en una acción aislada en mitad del fuego cruzado que se estaba registrando en la medular del terreno de juego.

Hasta la primera media hora de juego, las únicas ocasiones llegaron a balón parado, una por cada equipo. La igualdad se podía certificar hasta en las aproximaciones sobre el área enemiga. Ambos equipos estaban bien pertrechados en defensa y no concedían muchas alegrías en ataque, por lo que las tablas en el marcador reflejaban a la perfección el escenario del encuentro.

Acabó mejor la UD Ibiza el primer tiempo, alejando de su área a los hombres peligrosos del Jumilla, como Bouba y Donovan, y pisando con frecuencia la zona de tres cuartos de cancha. Sin embargo, allí morían todas sus transiciones ofensivas.

El balón no le duraba un suspiro al conjunto de Andrés Palop, que estaba concediendo muchos errores en el inicio del segundo episodio. El mal estado del césped natural del campo Uva Monastrell tampoco contribuyó al espectáculo.

No debía descuidarse el bloque isleño ante un rival más que fiable cuando actúa como local -el Jumilla es el quinto mejor de la Liga en casa. De hecho, hace apenas dos semanas goleó al Badajoz por 3-0, motivos más que suficientes para que el cuadro de Can Misses mostrara ciertas precauciones.

La UD Ibiza, que sólo ha marcado un gol este curso a balón parado, consiguió perforar la meta por medio de la estrategia en el minuto 58, pero el tanto de Miguel Núñez fue anulado por fuera de juego. El del pivote defensivo fue el primer aviso serio del combinado de Andrés Palop en un encuentro que parecía abocado al empate a cero.

Palop mueve ficha

Movió ficha Palop dando entrada a Armenteros por un Riverola que no acaba de explotar en la zona de creación del bloque pitiuso.

El equipo estaba bien plantado sobre el césped pero no lograba romper las filas enemigas. Tampoco encontraba fisuras el Jumilla y el partido, en el ecuador del segundo acto, seguía encerrado en la zona ancha del campo vinícola, con los guardametas como meros espectadores.

Cristian Herrera, al poco de entrar, protagonizó el primer disparo de la UD Ibiza, a los 81 minutos de juego, en un chut raso y centrado desde la frontal del área que detuvo sin problemas Ruddy.

En los últimos minutos se produjeron varias llegadas a ambas áreas en balones en largo a través del juego directo, pero no tuvieron la entidad suficiente para que se moviera el marcador.

El cuadro ibicenco tuvo que dar por bueno un empate que le mantiene en la zona templada de la clasificación del grupo IV de Segunda B.