Juan Ruiz Hinojosa (Sevilla, 1957) es la cara visible del Gasifred Atlético desde que un 7 de noviembre de 1988 firmara ante notario los estatutos del club, junto a José Ferrer (presidente), Vicente Cardona (vicepresidente), Roque López y Francisco Ruiz (vocales). Los «cinco magníficos», como recuerda cariñosamente Juan Ruiz, que lleva 51 años en Ibiza, sentaron las bases de un club que se ha ganado el afecto de todo el deporte balear. Un década después de acariciar la gloria -el Burela privó al Gasifred de alcanzar la División de Honor en el play-off de ascenso- la entidad se esmera en fortalecer su cantera, dar visibilidad al fútbol sala femenino y, por qué no, engatusar a un mecenas para tratar de regresar a la élite.

¿Recuerda los años previos al nacimiento del Gasifred?

En los años 80 llevábamos tiempo moviendo el tema del fútbol sala, primero con un equipo de empresa con la discoteca Charly que había en el paseo marítimo. Se buscaron espónsors y Pepe Planells empezó a moverlo, primero con ligas privadas. Los del taller [de la empresa Gasifred] jugábamos y el jefe vio bien promocionar el deporte. Se montó el Gasifred B, con los del taller que jugábamos en regional, y el Gasifred A que iba por otro lado. Un par de años después nos juntamos todos como Gasifred Atlético y el 7 de noviembre firmamos los estatutos ante notario.

¿Cómo ha sido la evolución del club en estos 30 años?

Al principio entramos en la Federación española de fútbol sala pero acabó siendo absorbida por la Real Federación Española de Fútbol. Ahí fue cuando perdimos los papeles; somos el hijo pequeño del fútbol y así nos han tratado. Vivimos una época dorada, donde llegamos a disputar la fase de ascenso a División de Honor, que perdimos con el Burela. Después llegaron tiempos de crisis con el 'guarrazo' (2012) que se dieron los de la Fundación Illesport -sus responsables fueron condenados-. Nos habían comprometido unos 130.000 euros, que era una cantidad buena para un equipo de élite, y cuando teníamos los contratos hechos con la plantilla nos dieron 37.500 euros. Nos dejaron colgados casi 100.000 euros y fue una losa insalvable.

El club estuvo a punto de desaparecer, ¿qué pasó?

Bajamos a Primera Nacional A, pero decidimos descender a regional porque era incongruente estar en esa categoría sin poder pagar. Hablamos con los jugadores y se les explicó la situación, que no podrían cobrar y que se jugaría a nivel amateur. Algunos de ellos como Ernesto, Iván Martín o Clayton aceptaron y se quedaron. Fue un orgullo para nosotros. Desde entonces hemos estado luchando para ir pagando poco a poco y ahora estamos compitiendo a buen nivel en Tercera. El año pasado fuimos campeones y fue una pena la fase de ascenso. Este año volvemos con la misma ilusión. En aquella época sólo teníamos la opción de desaparecer y dejar tirada a la gente, o de luchar y poder caminar con la cabeza alta. Y eso es lo que hemos hecho.

¿Cual es la salud actual del Gasifred?

Hay problemas como siempre con el tema de espónsors y tal, pero hay que tener siempre los pies en el suelo. Pocos clubes, a excepción de algunos de fútbol, tienen la antigüedad del Gasifred. Hemos apostado por la base. Gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Ibiza y del Patronato nos hemos propuesto tener cantera y ya tenemos equipos desde alevines hasta juveniles. El fútbol femenino no tenía mucho empuje y gracias a Iván Martín y Rafa Albert se ha creado la sección, y el año pasado las chicas fueron campeonas de todo (Liga, Copa, Campeonato de Balears y Campeonato de España de su categoría).

¿Volverá a vivir el club momentos como los de hace una década, con el equipo en División Plata y con la mejor afición de la categoría?

No lo sé porque fueron años dorados. La Liga Nacional de Fútbol Sala nos nombró la mejor afición. Tuvimos el placer de tener a jugadores como Clayton o Luisjo. Lo más alto que logramos fue disputar la fase de ascenso a la máxima división. Lo recuerdo con mucho orgullo. Ahora asumimos dónde estamos con mucho orgullo por haber conseguido la base y el equipo femenino.

¿Quién ha sido el jugador mejor valorado económicamente en la historia del club y qué presupuesto han llegado a manejar?

Posiblemente Luisjo y Clayton, pero en aquella época con el precio que se pagaba por los jugadores o los entrenadores se tenían que tener muchos ingresos. Y fue muy importante la ayuda de la Fundación Illesport, que debería volver a existir. Nosotros en aquellos años, 2007, 2008, podíamos estar por encima de los 250.000 euros de presupuesto. Ha cambiado todo radicalmente. Ahora muchos clubes tenemos que apostar por la base.

¿Cuáles son los retos de futuro del Gasifred?

Me gustaría tirarle los tejos a Amadeo Salvo a ver si estuviera dispuesto a ayudarnos, para volver a tener un equipo en la élite. Parece que a ellos [UD Ibiza] les va muy bien y estamos buscando un 'novio' potente que estuviera dispuesto a ayudarnos, con la ilusión de volver a estar arriba. Con bastante menos de esa cantidad [250.000 euros] se podría hacer, porque ha bajado el caché de jugadores y entrenadores. En Ibiza la gente tiene ganas de deporte de élite. Queremos volver a dar espectáculo. Todavía estamos en edad de estar ilusionados. Yo he vivido los mejores y los peores momentos y me quedo con la época dorada; el Gasifred fue conocido en toda España, fue un referente en Balears y la gente le tiene un cariño especial al club.

¿Cómo es la relación con el resto de clubes y con las instituciones?

Somos reconocidos por colaborar en muchas iniciativas y creo que somos un referente a nivel de fútbol sala y a nivel deportivo en Ibiza. Eso me enorgullece y nos llevamos bien con todo el mundo. En Ibiza como no hay más jugadores, pues nos vamos quitando unos a otros, por eso hay que hacer trabajo con la base. Quiero agradecer enormemente a mi equipo de directivos su labor todos estos años, a Juan Ortiz, Ildefonso Ortiz, Marcelino Hernández, Vicente Antonio Tur, Pablo Grassi, al entrenador, Luis Coria, al presidente José Ferrer... Dieron un paso súper importante para mantener vivo al Gasifred.