El Comité de Competición de la Federació de Futbol de les Illes Balears no ha sancionado a José A. Tete Páez, segundo entrenador del Luchador, por amenazar a un colegiado de 15 años. Lo hace con un partido a consecuencia de su expulsión por llamar «desgraciado» al trío arbitral tras el choque de la Copa Regional disputado contra el Formentera B.

El dictamen del juez de competición refleja que el partido de sanción se produce «por menosprecio al árbitro», y en el apartado de resoluciones especiales señala que «el Comité de Competición no entra a valorar el contenido del anexo presentado por el colegiado, puesto que no es competente en los hechos ocurridos una vez finalizado el partido y fuera del recinto deportivo».

Esta decisión ha indignado al delegado insular de árbitros, Julián Córdoba, ya que elude los hechos que ocurrieron en la barca de vuelta a Ibiza, donde Tete Páez increpó al trío arbitral llegando a amenazar a uno de ellos, Arturo Ruiz, de solo quince años, con la frase: «Ya nos veremos tú y yo por San Antonio», mientras le palmeaba en el hombro.

Julián Córdoba se mostró muy ofendido porque Competición diga públicamente que «no puede entrar en lo que ocurre fuera de las instalaciones deportivas», y se pregunta «qué pasa entonces si nos parten la cara fuera del campo». «Respeto que por lo que pasó en el campo a nivel técnico le caiga un partido. Pero el problema no es el insulto por la expulsión, lo grave es lo que pasa en la barca. Con ese tipo de amenazas no se puede ir a la Policía, entonces estamos vendidos. Me voy a plantar», advirtió el responsable de los árbitros de Ibiza y Formentera, quienes estudian algún tipo de medida de presión para tratar de frenar la violencia hacia los colegiados. «Me voy a plantear hacer una asamblea con los árbitros y a ver qué se decide», indicó.

Por el momento, ya ha solicitado una reunión «urgente» con la delegación de fútbol y con los clubes pitiusos para tratar esta problemática. «Cada fin de semana hay cosas, insultos y tal. Por desgracia pasa con frecuencia y quiero concienciar a los responsables. No vamos muy sobrados de árbitros en Ibiza y estas cosas afectan a su moral», puntualizó Córdoba, quien reconoció que Tete Páez le llamó ayer por la mañana para disculparse por su actitud.

Páez se justifica

El segundo entrenador del Luchador asegura que la noticia adelantada por Diario de Ibiza tras la acusación en el portal www.arbitrajebalear.com «se ha salido mucho de madre» y que no profirió «ninguna amenaza» al joven colegiado.

«No era un empujón, era tocarle el hombro porque él me estaba girando la cara cuando yo le preguntaba el porqué de la expulsión», afirmó ayer Páez, quien se escuda en que esa expresión iba dirigida a sus propios jugadores. «Después del partido yo les hice una broma a los de mi banquillo diciendo: 'venga, vámonos desgraciados, que hemos hecho un partido de mierda'. Lo dije en plan broma porque nos habían metido un baño», relata Páez sobre el 4-0 que encajó su equipo ante el filial del Formentera.

«Me quedé sorprendido por la expulsión, cuando te pones un poco nervioso hablas de más, pero en ningún momento insulté. El árbitro se pensaría que era para él lo de desgraciado, pero de verdad que no», puntualizó al respecto.

El colegiado del partido, Eric Juan Moreno, reflejó en el anexo del informe insultos como «gilipollas», «tonto» o «maricón» empleados supuestamente por integrantes del Luchador antes de coger la barca de Formentera a Ibiza.

Tete Páez se excusó por haberse dirigido al trío arbitral durante el trayecto, pero de nuevo justificó su actitud y negó que amenazara a Arturo Ruiz. «No lo pensé en ese momento porque uno anda caliente cuando le han expulsado y no sabes por qué. Me arrepiento de haber ido a hablar con ellos después del partido y sobre todo por el chaval, porque en ningún momento le estaba amenazando. Le dije que nos veremos por Sant Antoni porque sé que es de allí y que entrena allí. Si tú quieres amenazarle le dices: 'cuando te vea por San Antonio te rompo la cara'», aseguró a este diario antes de lamentar que «ahora para la mayoría de la gente» es «como un delincuente». «Llevo 20 años entrenando y esto sí que no. La sanción es lo de menos. No ha habido ninguna amenaza grave y esto me ha dolido mucho», concluyó.