La Unión Deportiva Ibiza conquistó ayer un valioso punto en el complicado feudo del Villanovense, donde los ibicencos tuvieron que sufrir para seguir creciendo en los albores de su primera campaña en Segunda División B (0-0).

El bloque extremeño demostró su fortaleza en casa y buscó con mayor ahínco la victoria en una segunda mitad donde contó con más y mejores ocasiones de peligro que su rival. La UD Ibiza no logró adaptarse a un terreno de juego, de césped natural, en muy malas condiciones y volvió a adolecer de pegada, como ya acusó la semana pasada en la derrota por la mínima ante el Atlético Sanluqueño. El empate de los isleños puede darse por bueno frente a un adversario que cumple su quinta campaña consecutiva en la categoría de bronce y que viene de acabar tercero y sexto en los dos ejercicios precedentes.

Las ausencias obligadas de los delanteros Marco Borriello y Sergio Cirio comienzan a pesarle a una UD Ibiza que, por lo demás, continúa creciendo desde su loable actitud defensiva, como demuestra el hecho de que sólo haya encajado un gol en tres jornadas de Liga.

El partido, no obstante, arrancó con una clarísima ocasión para el conjunto celeste en un fuerte disparo de Cristian Herrera que el guardameta Isma Gil despejó a córner. Los de Ñoño Méndez, que alistó al mismo once titular que perdió la semana pasada en Can Misses, ejercieron una importante presión en la cancha de su rival para imponer su autoridad sobre el campo, si bien el mal estado del césped natural del Municipal Villanovense impedía a los isleños combinar con fluidez.

El cuadro verdiblanco se fue desprendiendo del empuje visitante y comenzó a generar peligro desde los costados, sobre todo por el izquierdo con un Xiscu muy activo. De sus botas nació la jugada más peligrosa del primer acto, pero Borja García mandó fuera de los tres palos el remate en boca de gol (min. 21).

Poco después Cristian Herrera puso la réplica con un remate flojo tras el centro de Candelas, más participativo ayer que en el choque de la pasada semana ante el Sanluqueño.

El encuentro fue alejándose de las áreas merced al orden táctico y al equilibrio en las líneas de ambas escuadras, conscientes de la importancia de preservar la portería a cero. Un disparo elevado de Poley a la media hora de juego fue una de las últimas acciones de cierta relevancia hasta el descanso, al que se llegó con el marcador inicial.

La UD Ibiza se atrinchera

La segunda parte en el Municipal Villanovense resultó una auténtica reválida a nivel defensivo para los hombres de Ñoño Méndez, que acusaron el cansancio y apenas se prodigaron en ataque.

El joven extremo Xiscu trajo de cabeza al lateral Uru, lo mismo que Cristian por el costado derecho. El Villanovense, con un fútbol más descarnado y vertical, comenzaba a arrinconar a un Ibiza que buscó oxígeno con la entrada de Rodado, primero, y del mediocentro Riverola en el ecuador del segundo episodio.

Sin embargo, el colectivo isleño nunca encontró su mejor fútbol y se mostró demasiado espeso ante un rival que se lanzó en busca de los tres puntos de forma descarada en la recta final.

Poley, a los 75 minutos, rozó el tanto con un disparo ajustado que se marchó lamiendo el poste de la portería defendida por Álex Sánchez, que poco después atajó el lanzamiento de Xavi Puerta tras un primer remate mordido del punta Carrasco.

La entrada de Kingsley Fobi estimuló al conjunto ibicenco y de sus botas nació la segunda gran ocasión de los visitantes, pero el remate a la media vuelta de Ángel Rodado rebotó en un defensor y se marchó a córner. Llegado el descuento, ambos equipos aceptaron el resultado y firmaron unas tablas que sitúan a la UD Ibiza con cuatro puntos de nueve posibles.