La ilusión es un sentimiento basado en la esperanza que nos genera un objetivo especialmente atractivo que tiene visos de convertirse en realidad. Puede cimentarse en una promesa falsa o, como ahora parece el caso, en un proyecto firme y solvente que obedece a hechos y no a palabras.

Para multitud de aficionados al fútbol del municipio de Ibiza, en particular, y de la isla en general, la UD Ibiza se ha convertido en ese anhelo mágico que paraliza tu mundo durante unas horas.

De hecho media hora antes del debut de la UD Ibiza en Can Misses ya resultaba complicado encontrar sitio en el aparcamiento anexo al Patronato de Deportes de Ibiza. Nueve años después, el estadio municipal volvía a albergar un partido de Segunda División B y la afición ibicenca respondió a la llamada poblando sus flamantes gradas.

El showman Jesús Rumbo puso voz a esa ilusión. Algo más de un millar de espectadores acudieron al debut del equipo como local tras su importante victoria en la primera jornada ante el Sevilla Atlético por 0-1. Esas ganas de fútbol se respiraban en el ambiente.

Antes de que el balón echara a rodar, el speaker seguía arengando a los aficionados para que el equipo entrara en calor. Entre el público destacó la presencia de la leyenda madridista Míchel González, que acudió al partido en compañía del que fuera directivo de la SE Ibiza Marci Rojo y, ya en la grada, comentó los lances del encuentro con el expresidente del Consell de Ibiza Xico Tarrés. La presencia del exentrenador del Málaga, entre otros equipos, confirmaba la gran expectación que ha despertado el proyecto de Amadeo Salvo en la sociedad ibicenca.

Curiosamente, el empresario valenciano llegó al palco a tres minutos del inicio, cruzando el césped junto a los futbolistas no convocados por Ñoño Méndez. Entre ellos el italiano Marco Borriello, que recibió un caluroso recibimiento por parte de su nueva afición antes de tomar acomodo en la zona noble de Can Misses, donde además de los socios de Salvo asistieron dirigentes como la consellera balear Pilar Costa, el delegado de la Federación Balear de fútbol, Vicente Bufí, o el concejal de Deportes de Ibiza, Agustín Perea.

También estuvo presente la abogada siciliana Ornella Desiree Bellia, una de las artífices del fulgurante ascenso del club junto al propio Salvo. La italiana, que ha atravesado por un duro momento personal, recibió el apoyo explícito del grupo de animación Peña Corsarios UD Ibiza mediante una serie de pancartas en las que podía leerse: «Dios reserva sus peores batallas a sus mejores guerreras. Forza Ornella y familia». La dedicatoria fue uno de los detalles más emotivos de una cita histórica para la ciudad de Ibiza, que ha vuelto a recuperar la ilusión por el fútbol.

El comportamiento de la afición fue exquisito; de hecho la animación se hizo más elocuente tras el inesperado gol del Sanluqueño, aunque resultó insuficiente para que la UD Ibiza brindase el primer triunfo del curso en Can Misses. No tardará en llegar.