Los locales de la Federació de Futbol de les Illes Balears en Son Malferit acogerán este mediodía el sorteo del calendario de la Tercera División balear. Un calendario que está envuelto en polémica ya que la competición ha aumentado en dos equipos. La Liga será de 22 conjuntos, después de que en la temporada que recién finaliza hayan descendido de Segunda B el Formentera y la Peña Deportiva (el Atlético Baleares se quedó a las puertas del abismo); ningún conjunto de Tercera haya subido y se hayan respetado los tres descensos a Regional Preferente.

Esta circunstancia ha supuesto que haya bastante malestar entre la mayoría de los integrantes de esta categoría ya que acoger a dos conjuntos más significa la disputa de más partidos, concretamente cuatro más; menos descanso, se jugarán varias jornadas entre semana y se estima que habrá encuentros en Semana Santa y en las fiestas navideñas. Además, habrá cinco descensos a Preferente.

Una de las principales quejas de los entrenadores y jugadores consultados es la falta de una regulación permanente. Hubieran preferido que la normativa se hubiera implementado en la campaña que acaba de finalizar, con dos descensos más, y no tener que padecer una temporada 2018-19 con 22 equipos.

«La competición me parece durísima y con pocas fechas libres», señala Luis Espinosa, entrenador del Binissalem, una de las revelaciones en la pasada Liga. «Lo más importante es que todos sepamos las reglas. En marzo no sabíamos nada de qué pasaría si bajaban de Segunda B. Nos gustaría una regulación que lo contemple todo, así se trabaja mejor. Jugar los festivos no gusta, pero se acepta. Pero repito que lo que más me disgusta es la incertidumbre. Ojalá lo arreglen de una vez», añadió.

El Sant Rafel de Vicente Román fue el pasado ejercicio uno de los colectivos que con mayor inquietud vivió las últimas jornadas debido al desconocimiento sobre el número de descensos de categoría. Y también será uno de los planteles que más problemas encontrará este curso por el incremento de partidos.

«Nosotros somos un club de gente trabajadora y habrá futbolistas que no puedan viajar si jugamos entre semana. Además la Liga empieza muy pronto y tendremos jugadores que no se puedan incorporar hasta el mes de octubre por trabajo», lamenta el técnico gallego, que insiste en que el club de sa Creu «tiene que adaptarse al tema laboral». Román sostiene que la decisión federativa de aumentar la nómina de participantes a 22 «ya está hecha y no se puede dar marcha atrás», pero insiste en que al no ser «un equipo profesional», el Sant Rafel no tendrá su plantilla «al completo hasta el mes de octubre».

«Ahora cinco equipos descenderán, eso es un problema. En la parte de arriba 10 equipos lucharán por cuatro puestos y luego siete u ocho lucharemos por no descender», apunta Román.

Jaume Mut, preparador del Felanitx, que en la pasada edición jugó por primera vez la fase de ascenso a Segunda B, tiene claro que «no hacer bien las cosas desde un principio involucra a muchos equipos». «No soy un entendido en la materia pero hay que buscar soluciones para que esto no vuelva a suceder. Tener las cosas claras. Cada año tenemos las mismas historias, y no solo nosotros. En Primera Regional, por ejemplo, que suben cuatro o uno. Pido el mismo respeto a ellos como a nosotros», manifiesta.

Mut también ve una larga y dura temporada. «Empezamos el día 16 de julio como la mayoría de equipos. Jugaremos 42 partidos, si vamos a la fase de ascenso pueden ser seis duelos más. Hay que jugar entre semana cuando la mayoría de jugadores trabaja y a lo mejor te toca ir a Ibiza o Menorca. ¿Cómo se gestiona esto? Además, en Navidad es necesario descansar dos semanas, los jugadores lo necesitan para afrontar la segunda vuelta de la Liga», concluye.