«De fútbol no hablamos». Y no hablaron. Ni de fútbol ni de nada de nada. Surrealista. Sí, completamente surrealista. Y empleo este adjetivo con la debida cortesía por no utilizar cualquier otro calificativo para definir el esperpéntico acto al que ayer fuimos convocados de urgencia los medios de comunicación de Eivissa en el Ayuntamiento de Santa Eulària, con motivo de la informal visita que realizaron junto a ´Labi Champion´ los internacionales y mundialistas Pepe Reina y Jordi Alba, acompañados por su excompañero de selección Álvaro Arbeloa, ya retirado del fútbol activo.

Vaya por delante que eximo de responsabilidad al alcalde Vicent Marí y al propio Consistorio de la localidad, meros testigos accidentales de la desconsideración y del incomprensible desplante al que nos vimos sometidos los medios de comunicación de la isla por unos futbolistas que mostraron su cara menos amable y que decidieron, unilateralmente, dar por finalizada su comparecencia porque no querían hablar de fútbol, sólo «responder preguntas sobre Ibiza».

No es plato de buen gusto para nadie que alguien, sea quien sea, haga que te sientas ninguneado en el ejercicio de tu profesión, que se desprecie tu esfuerzo por acudir a informar sobre una cita para la que has sido reclamado y que se te haga después un bochornoso plante ante tus narices. Los medios simplemente tratamos de hacer bien nuestra labor, que en este caso es la de preguntar y la de recabar testimonios e información que puedan ser de interés para el público en general.

Los hechos acontecieron tras realizarse en el despacho del alcalde la firma de una serie de camisetas de 'La Roja' destinadas a los niños santaeulalienses. Después de la foto de rigor junto al alcalde, los futbolistas se mostraron reticentes a hablar y se hicieron de rogar. Arbeloa se desmarcó pronto y dijo que él no hablaba. Le tocó el turno a Jordi Alba. El defensa aguantó dos preguntas. La primera para contestar sobre lo que le gusta Ibiza y lo bien que se lo pasa en la isla cuando viene a desconectar en sus vacaciones. Es de agradecer. A continuación, llegó la segunda pregunta: «¿Qué le parece la elección de Luis Enrique como nuevo seleccionador nacional?». Fue tan comprometedora y tan complicada de responder que ahí se acabó lo que se daba. No sólo no quisieron contestar, sino que, además, fingiéndose del todo ofendidos ante tan osado atrevimiento, dieron la espantada y cortaron de raíz el acto poniendo como excusa que habían avisado antes de que no iban a hablar de fútbol, sólo de su estancia en vacaciones aquí en Ibiza.

Fotógrafos, redactores y cámaras de televisión asistimos cariacontecidos a un incomprensible plante en el que los citados futbolistas casi se olvidan incluso de despedirse del alcalde. Regresaron, no obstante, para que Reina, en plan conciliador, tratase de arreglar ese desaguisado dando respuesta a otro par de intrascendentes cuestiones, pero «sólo sobre Ibiza», continuaba oyéndose como una letanía. Ni fu, ni fa... Poco más que comentar.

Comunicado a los medios

Horas después se remitió desde el Ayuntamiento un comunicado en el que literalmente se podía leer: «En referencia al acto de este mediodía, a petición de los jugadores que han participado en la recepción, os queremos transmitir sus disculpas si consideráis que su atención no ha sido todo lo cuidada y atenta que cabría esperar. Su intención, nos comunican, era la de participar en un acto vinculado a los niños y destacar su agradecimiento a la gente de Ibiza por el trato que les brinda cada vez que visitan la isla, no pudiendo atender sus peticiones respecto a otras temas».