Tito García Sanjuán cargó ayer duramente contra la directiva de la SD Formentera, club del que se desvinculó el pasado mes de enero, y negó tener responsabilidad en el descenso del equipo a Tercera División, ya de la mano de Juan Arsenal.

El adjunto a la dirección deportiva del Toledo aseguró en declaraciones a IB3 que la gota que colmó el vaso y forzó su dimisión fueron las «desafortunadas» declaraciones que concedió el jugador Álvaro Muñiz a Diario de Ibiza, en las que «se pegaba una rajada contra el entrenador».

«Cuando Álvaro hace las declaraciones tan desafortunadas que hace, ahí acaba. Ya lo que me faltaba era que tiraran una bomba dentro del vestuario como tiraron y que no me sintiera apoyado por nadie. Eso no pasa en ningún lado. En cualquier club cuando un jugador hace esas declaraciones, cuando vuelve a Formentera el club toma cartas en el asunto, sanciona al jugador por la rajada que se pega contra el entrenador, y aquí salió gratis», explicó durante la entrevista concedida al ente público.

García Sanjuán también hizo mención a «detalles» que le empujaron a abandonar Formentera como que la directiva «diera la baja a tres o cuatro jugadores importantes» para el preparador aragonés. «Hemos sido un equipo profesional siendo un club amateur. A mí se me ha tachado aquí de ser demasiado profesional, bendito insulto. Hay muchos detalles que marcan lo que es un club, y el Formentera ha dejado mucho que desear», subrayó.

Reparte responsabilidades

El entrenador zaragozano, que pasa unos días de vacaciones en la pitiusa del sur, desveló que cuando renovó con el club rojillo tras el ascenso «sólo había una condición fundamental» sobre la mesa, «que el club diera un paso adelante, porque el salto de Tercera a Segunda B era muy grande». «Y el club en ese sentido no dio ningún paso», puntualizó.

García Sanjuán, que según IB3 está a un paso de firmar por el Ejea de Segunda B, admitió que tras su marcha se sintió «culpable y el peor de la isla al pensar que había dejado al equipo tirado», pero aseguró que no es «culpable del descenso del equipo». «La gente me puede considerar culpable, bueno culpable de haberme ido, sí. Culpable de que el equipo esté en Tercera División, en absoluto. Aquí, cuando decido que hay que poner punto y final por una serie de razones, el equipo no estaba en peligro. Creo que estábamos siete puntos por encima del descenso».

El técnico lamenta que se «ha tirado mucha tierra» sobre su trabajo, «que todo lo que se hace ahora es mejor y que el que ha venido es el salvador del mundo, y el anterior era el ogro», lamentó.

Para concluir, a la pregunta de si volvería a entrenar al Formentera, respondió tajante: «Con personas que ahora mismo están dirigiendo el club no volvería nunca. Pero [si no estuvieran] sí que lo haría».