La isla de Ibiza es fértil en multitud de disciplinas y, desde hace un puñado de meses, también en la crianza y preparación de caballos de competición. La ganadería Ibiza Riding Excellence, ubicada en la zona de Sant Mateu, ha comenzado su andadura con enorme éxito después de que una de sus yeguas más prometedoras, la joven Irene van de Kwachthoeve, haya conducido a la medalla de oro al equipo de Portugal en los Juegos Mediterráneos dentro del concurso de equitación.

El adiestrador italiano y mánager deportivo del rancho ibicenco, Alessandro Bisognin, explica que la ganadería se dedica a la «cría y la recría» de caballos para el salto de obstáculos. Por el momento cuentan con ocho animales pero su objetivo, una vez finalice el acondicionamiento de las instalaciones, es manejar una veintena de jóvenes promesas de la equitación.

Irene, la yegua de 10 años que ha conquistado el triunfo en Tarragona, es su animal de más valor en el mercado. «Cuando un caballo empieza a competir en estos niveles puede superar el medio millón de euros; los más punteros a nivel mundial pueden alcanzar los 15 o 18 millones», indica Bisognin, quien no obstante matiza que la ganadería que dirige ha tenido «suerte para empezar». «Las hay que llevan 20 años criando caballos y no les sale uno puntero», precisa.

El luso José Antonio Matos de Almeida es, junto al brasileño Silvio de Teixeira, el jinete que compite con la yegua entrenada en Ibiza. La joven Irene fue la más rápida en completar los obstáculos, lo que permitió a Portugal imponerse en la manga de desempate frente a Francia, segunda clasificada. «Fue una final muy competida entre cuatro caballos y ganamos por un solo segundo», relata Bisognin, quien tiene todo el verano por delante para intentar llevar a su caballo más prometedor al Campeonato del Mundo, que tendrá lugar en EEUU en septiembre.

La yegua adiestrada en las cuadras de Sant Mateu también participó en el torneo individual de salto de obstáculos en los Juegos Mediterráneos. Irene finalizó undécima tras derribar un palo en la última manga, pero su preparador regresa muy satisfecho de Tarragona y con la clara intención de seguir criando caballos de alta competición.

Las nuevas instalaciones

La ganadería de carácter deportivo que gestiona Sara Amos dispondrá a final del verano de un recinto de 5.000 metros cuadrados. Para la perfecta crianza y preparación de los animales, han importado desde Cádiz 2.500 toneladas de arena de sílice además de un sistema especial para preservar la humedad en los índices óptimos. Según explica Alessandro Bisognin, en el centro de alto rendimiento para caballos también se practicará el embriotransfer, una técnica costosa pero muy efectiva para garantizar la gestación de potros de pura raza a través de la congelación de óvulos y la inseminación artificial. Esta técnica requiere una inversión millonaria que tiene por objeto «conseguir potros de alta calidad y punteros».

Bisognin, que acumula 35 años de experiencia, augura un futuro muy prometedor para Ibiza en la cría de caballos de competición. Irene es por el momento la joya de la corona de Ibiza Riding Excellence en su objetivo de competir en el Mundial.