El frustrado intento de ascenso de la UD Ibiza a la Segunda División B traerá, a buen seguro, mucha cola la próxima temporada en el grupo balear de la Tercera División. La presencia del equipo unionista en la categoría, sumada al ascenso del CD Ibiza desde la Regional Preferente, a la continuidad del Sant Rafel, y al regreso del Formentera y de la Peña Deportiva tras descender ambos de la división de bronce, augura una temporada en Tercera en la que pueden acabar saltando chispas tanto en la lucha por la permanencia como en la pelea por el play-off de ascenso.

En este sentido, Vicente Bufí, delegado insular de fútbol, declara: «Aparte de los cinco equipos pitiusos que van a coincidir este año en la misma categoría, la Tercera balear va tener un nivel muy fuerte, ya que los clásicos de Mallorca, entre los que está otra vez el filial bermellón, el Poblense y el Alcúdia, saldrán a pelear también como favoritos al ascenso. Va a ser una temporada con muchas sorpresas y muy competida»

Aunque hasta finales de esta semana, cuando se reúna la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), no se sepa posiblemente con exactitud si el número de equipos que integrarán el grupo balear de Tercera será de 20 o de 22 conjuntos, y no sea hasta el 28 de julio, cuando se celebra la asamblea de la FFIB que se dé una confirmación oficial del calendario, lo que sí puede anticiparse ya es que los aficionados podrán disfrutar del que posiblemente sea el campeonato de Liga más disputado y de mayor rivalidad que se recuerde en los últimos tiempos.

La participación de los cinco equipos pitiusos, unida a la presencia de rivales del potencial del Mallorca B, el Poblense o el Alcúdia, garantizan a priori un lucha encarnizada por alcanzar sus respectivos objetivos.