La eliminación ayer de la Unión Deportiva Ibiza a manos del Atlético Levante, que dejó al equipo ibicenco sin ascenso a Segunda B en la tanda de penaltis, ha frenado la progresión que llevaba el proyecto presidido por Amadeo Salvo desde que reflotó el club en el año 2015.

El desembarco de Salvo aquel verano no estuvo exento de polémica, ya que el Club Deportivo Ibiza se quejó de la inscripción de la nueva entidad, alegando que se habían cometido irregularidades al formalizar la misma. Por ejemplo, que se dio de alta el club en la Federació de Futbol de les Illes Balears sin conocer su directiva ni los datos mínimos sobre el mismo.

Sin embargo, la protesta cayó en saco roto y el primer conjunto de la UD Ibiza pudo competir en Regional. Se formó un equipo de transición, con Juan Ibáñez Barrué, Buti, como entrenador. Los de Can Misses acabaron entre los mejores de la Interpueblos y disputaron la Regional Preferente, en la que obtuvieron el segundo puesto por detrás del Ciudad de Ibiza, que fue el equipo que acabaría disputando el play-off para ascender a Tercera subiendo finalmente a la categoría nacional.

La UD Ibiza montó un potente equipo para la temporada 2016-17, en la que de nuevo se mantuvo a Buti como entrenador. El bloque de Vila se proclamó campeón de la Interpueblos de largo, pero antes de iniciar la Regional Preferente, tras sufrir el equipo dos derrotas, se destituyó a Buti y se contrató a David Porras. Con el nuevo técnico los del municipio de Ibiza ganaron el play-off local y se clasificaron para la fase de ascenso a Tercera. En la primera ronda eliminaron al Sineu y en la segunda hicieron lo propio con el Santanyí, aunque con mucho sufrimiento en este último cruce. De hecho, el Ibiza acabó subiendo por el beneficio de ser campeón pitiuso (tras perder 1-0 en la ida y ganar 1-0 en la vuelta).

Pero el aterrizaje del Ibiza en Tercera también fue muy abrupto, ya que el Santanyí impugnó el ascenso del club de Salvo. Los mallorquines alegaban que la UD Ibiza fue inscrita en el Registre d'Entitats Esportives de Balears el 18 de marzo de 2016, por lo que entendían que no se cumplían las dos temporadas que se necesitaba estar en Regional para poder subir. Sin embargo, a finales de junio el Comité de Competición de la FFIB dio la razón al Ibiza, que pudo competir en Tercera.

Días después se hizo público que la UD Ibiza y el Ciudad de Ibiza unían sus fuerzas. El acuerdo provocó que el City dejara su plaza en Tercera, categoría en la que los deportivistas se quedaron como único representante del municipio de Ibiza.

Los rectores de la UD formaron una plantilla de campanillas, pero la experiencia en Tercera comenzó con otro vaivén. Se perdió el primer partido ante el Felanitx (1-0) y el movimiento que hizo el club fue destituir a Porras. Manel Benavente estuvo como entrenador interino varias jornadas, hasta que el 21 de septiembre del año pasado se anunció la contratación de Toni Amor como técnico.

Amor duró hasta el 18 de abril de 2018, cuando se escogió a Rufete para el banquillo. La UD Ibiza no pudo ser campeona de Liga en Tercera -con lo que podría haber logrado el ascenso tras pasar una única eliminatoria-, por lo que debía superar tres cruces. En el primero eliminó al Algeciras, en el segundo al Getafe B y en el tercero y último no ha podido con al Atlético Levante.

El presidente no habla

Diario de Ibiza trató de recabar ayer las impresiones de Amadeo Salvo, pero el máximo dirigente de la entidad de Can Misses declinó hacer declaraciones.

Ahora habrá que ver qué le depara el futuro al club, que sólo lanzó un escuesto mensaje en su Twitter oficial. «Lo intentamos, lo luchamos y no pudo ser. Ahora a preparar el ascenso del año que viene. Hoy más que nunca, #VamosIbiza». Por tanto, todo hace indicar que se volverá a apostar fuerte por un equipo que dé el salto a la categoría de bronce del fútbol español. De momento, le tocará jugar otra vez en Tercera.