La Peña Deportiva protagonizó ayer su particular resurrección en una cita clave para sus anhelos de supervivencia en Segunda División B. El equipo de Dani Mori recurrió a la épica para remontar un partido que había arrojado por la borda en el primer minuto de juego y confirmó con buen juego y goles su candidatura a la permanencia (3-1). Su victoria mete en problemas a un Atlético Saguntino que ofreció muy pocos argumentos contra un rival que se mantiene firme en sus creencias.
Sin embargo, antes de que se cumplieran los dos primeros minutos de juego se adelantó el bloque valenciano por mediación de Boix, que batió por bajo a Imanol tras aprovechar una serie de imprecisiones de la Peña para despejar el peligro de una falta lateral. El balón se paseó por el corazón del área sin que los peñistas, completamente dormidos, acertaran a repeler el peligro.
No podían comenzar peor las cosas para los de Santa Eulària, que trataron de reaccionar por mediación de Bernal en un zapatazo desde fuera del área que se marchó por encima del travesaño.
En tareas defensivas seguía espeso el colectivo de Dani Mori, que tampoco cerró bien la segunda falta lateral de que dispuso el cuadro visitante. Por fortuna para sus intereses, el cabezazo de Esteve no encontró portería.
No obstante, llegaba con relativa facilidad el bloque isleño al área levantina, donde morían las acciones, para desesperación de Mori; bien por falta de clarividencia de los atacantes -varios centros se marcharon directamente fuera- o bien por el pelotazo y tente tieso de un Saguntino que con el gol vio la ocasión perfecta de levantar el autobús.
A los 25 minutos el cuadro local reclamó un posible penalti por derribo en el área a Pomar, pero en la acción siguiente halló premio a su insistencia con un balón en largo que se tragó la zaga valenciana; Gorriz templó de cabeza al área pequeña y Guille, libre de marca, superó a Lluna para establecer el empate (min. 26).
Al filo del descanso perdonó de nuevo la Peña después de una rápida acción en la que Salinas dejó sólo a Guille frente al portero, pero fracasó en su intento de sorprenderle por arriba.
Gran segunda mitad
Tras el descanso, la Peña mantuvo su inercia ganadora y Salinas culminó la remontada con un sutil zurdazo dentro del área que ajustó al poste derecho de Lluna (min. 50). El delantero ibicenco logró su segundo tanto con la elástica blanca al aprovechar una nueva cesión de Gorriz, muy inspirado en el día de ayer, tras una gran acción de Bernal. El joven canterano, minutos después, vio recompensado su talento y su fe en el equipo con el gol que supuso la sentencia. El ‘10’ de los isleños esprintó para presionar al portero visitante, que se enredó y cuando quiso despejar impactó el balón en la pierna de Pepillo. El rechazo se coló manso entre los tres palos, para alegría de un equipo y de una afición que ha sustituido el abatimiento por la esperanza en el tramo final del campeonato.
Selfa se vistió de héroe poco después para evitar bajo palos el 3-2 tras una nueva falta lateral a favor del Atlético Saguntino, que empleó el juego directo para tratar de reducir diferencias.
Gorriz respondió con una preciosa volea desde el punto de penalti con el objetivo de apuntillar a su rival, pero un zaguero se interpuso y desvió a córner. En la acción siguiente fue el guardameta el que evitó la goleada sacando con el pie un cabezazo picado de Rueda.
En la recta final mostró madurez y autoridad el cuadro de la Villa del Río, que se está haciendo acreedor de alcanzar la permanencia en Segunda B. La expulsión por doble amarilla de Pau Pomar, en el último minuto, fue la peor noticia de un triunfo que permite a los peñistas ver la luz al final del calvario por el que atraviesa.