La finca del empresario Pepe Roselló es un lugar de contrastes. El interior del edificio huele a casa payesa (si es que se puede describir como tal la fragancia a sabina y cal que desprenden las construcciones tradicionales pitiusas), pero la decoración hace viajar la mente hacia lugares muy alejados de Portmany. La casa fue el jueves un espectador de lujo de lo que debía ser una última muestra de cariño del mecenas a los clubes con los que ha colaborado durante las últimas dos décadas. Sin embargo, el que recibió más afecto fue el anfitrión.

«Pepe salió como una balsa salvavidas hace 10 años, cuando sufríamos una crisis impresionante. Sin su ayuda, muchos de nosotros ya no estaríamos aquí», aseguró a los más de 150 asistentes el presidente y fundador del Club Atletisme Pitiús, Toni Roig, quien recurrió al poema 'Viaje a Ítaca' de Constantin Kaváfis para describir a Roselló.

« Bon viatge als guerrers que al seu poble són fidels». Él nos dio una mano cuando no lo hicieron las instituciones, una persona que es esencia de nuestra tierra. Es por esto que Space nunca desaparecerá de la camiseta de nuestro club», aseveró Roig.

La noche, en la que el empresario calificó de «maravilla» haber colaborado en el desarrollo del deporte en las Pitiusas, fue un nuevo ejemplo del especial vínculo que une a Pepe Roselló con el productor y discjockey británico Carl Cox, que el próximo 29 de julio cumplirá 55 años. Pocas figuras del deporte presentes en el acto pudieron resistir la tentación de inmortalizar la velada junto al carismático pinchadiscos.

La desaparición de la discoteca Space (y de los grandes patrocinios deportivos vinculados a la marca) supone un antes y un después para muchos deportistas de la isla. Los maestros Mariano Chantal y Fernando Pérez (Samyd) acudieron junto a dos de las mejores karatecas del país en la última década.

Irene Colomar se dedica actualmente a la formación de las nuevas generaciones, pero Cristina Ferrer está empezando un camino apasionante que debe acabar en Tokio 2020.

La sanantoniense, una competidora feroz y habitual en los podios de las grandes citas internacionales, es la ibicenca mejor posicionada para ser olímpica en los próximos Juegos. Pese a ello, debe luchar fuera del tatami antes de cada campeonato para conseguir patrocinios que le ayuden a costear el viaje.

Muchas medallas pasearon por la finca Can Gasparó. Junto a las 66 preseas en grandes competiciones de Colomar y las decenas que suma Ferrer estuvieron el mejor vallista de la primera década de siglo, Felipe Vivancos, el campeón de pesca deportiva Óscar Cervantes o los extriatletas internacionales Soraya Pérez y Javi Bonet, entre otros.

También tuvo palabras de afecto para Pepe Roselló la comitiva del Club Ciclista Sant Antoni, entidad que organiza la Vuelta a Ibiza en bicicleta de montaña, con la que el empresario colaboró durante los últimos 15 años.

«Pepe ha sido un gran hombre de deporte. Su ayuda ha sido muy importante para que el nombre de Ibiza y de la Vuelta haya llegado a todo el planeta, y por ello siempre le estaremos agradecidos», afirmó el presidente del club, Juanjo Planells.

También tuvieron representación Cruz Roja, Amavida, Club de Petanca Portmany, Club Colombófilo Portmany, Tanit Bàsquet, Club Nàutic Sant Antoni, Club Náutico Ibiza, Sa Raval, Pesca submarina s'Embarcador, Pesca submarina Sant Antoni y la Sociedad Deportiva Portmany.