Tomás García, padre del jugador del benjamín de primer año del Rapid Atlético y causante de la suspensión del partido de Can Misses ante Sa Pedrera Blava B cuando sólo faltaban dos minutos del mismo, salió ayer en defensa propia y afirmó que lo ocurrido este pasado sábado «tampoco fue para tanto».

Antonio Luna do Cormo, árbitro del encuentro, decidió parar el partido cuando uno de los jugadores se puso a llorar asegurando, según palabras textuales recogidas en el acta, «mi padre no me deja jugar tranquilo y no para de gritarme». El colegiado, tras identificar al padre del niño y solicitar al delegado que le desalojara del recinto deportivo, acabó suspendiendo el encuentro con el resultado de 0-3 por su negativa a abandonar la grada.

«Mi hijo se levantó esa mañana flojo y sin ganas y, en el partido, yo le dije que se espabilara un poco. Fue entonces cuando se puso a llorar. El árbitro se dirigió hacia él y el niño, que hay que tener en cuenta que sólo tiene 8 años, le debió engañar diciendo que yo le había dicho cualquier cosa. Me sorprendió mucho cuando leí hoy -por ayer- el periódico, porque tampoco fue para tanto», comentó el padre del joven futbolista, contradiciendo la versión del acta arbitral.

García también desmiente que se digiriera de forma ofensiva al colegiado a lo largo del partido. «El árbitro tuvo un par de decisiones desafortunadas y parecía que iba en contra de nuestro equipo. Yo estaba con otros padres y le grité que era muy malo. No sé si a los árbitros no se les puede ni hablar, pero creo que fui el que menos cosas le dije de todos los que estábamos en la grada», señaló.

Posible castigo del club

Tampoco se marchó del campo, pero aseguró que «si el árbitro me llega a decir que me marchara, lo hubiese hecho». «Es cierto que el entrenador de mi hijo me dijo que me fuera, pero quedaban sólo dos minutos de partido y me pareció un poco sorprendente tener que irme en ese momento», añadió.

El Rápid, cuya directiva se reúne hoy para tratar este asunto, estudiará posibles medidas disciplinarias contra Tomás García. Sin embargo, éste afirmó no estar preocupado. «No he hablado con el club pero, en cinco años que llevo acompañando a mi hijo al fútbol, es la primera vez que me pasa algo parecido. No sé si me echarán pero, de todos modos, iba a sacar a mi hijo, porque el Rápid ya no es lo que era», apuntó.