­Eduardo Prendes (Candás, Asturias, 11 de julio de 1971) es un loco del piragüismo. Ha seguido esta disciplina deportiva desde pequeño. Vivir entre piraguas y palas ha sido algo habitual. No en vano, su padre, Amando Prendes, fue el fundador del club Los Gorilas de Candás. Su hermano Carlos es el actual seleccionador belga de piragüismo y él ha sido el gran impulsor de este deporte en Eivissa en la última década. Incluso llegó a ser suplente del equipo español que participó en las Olimpiadas de Atlanta de 1996.

-¿Qué significa el piragüismo para usted?

-Es una forma de vida para mí porque lo llevo mamando desde que nací. En mi casa solo se hablaba de este deporte. Mi padre, que en paz descanse, era el entrenador de mi club en Asturias -Los Gorilas de Candás- y todos los hermanos hemos hecho piragüismo. El tema de conversación, todos los días, era inevitablemente el mismo. Desde pequeño iba a las pruebas, con nueve años empecé a remar y luego conocí a mi mujer, Betty, en el club. Mi madre no se involucró tanto y ha sido la gran sufridora.

-¿Le gustaría continuar con el legado dejado por su padre?

-Sí. De hecho nos dejó una buena papeleta. Al fallecer él no nos ha quedado más remedio a los cuatro hijos que coger las riendas del club. Al morir el año pasado nos reunimos para ver qué hacíamos. Lógicamente, decidimos que no se podía dejar desaparecer. Hemos intentado darle un impulso nuevo, modernizando un poco su funcionamiento. Ha habido que buscar recursos para pagar al entrenador porque mi padre lo dirigía por amor al arte. Dos de mis hermanos, los que menos implicados están con el piragüismo, son los que han tomado el control porque son los que están en Candás.

-¿Qué aprendió de su padre?

-Todo, tanto en el piragüismo como en la vida. Él siempre decía que con el deporte lo que se busca es formar personas. Vivía la competición al máximo pero nos enseñó, sobre todo, valores: respeto, honestidad...

-¿Eso es lo que intenta inculcar a los piragüistas ibicencos?

-Así es. La cuestión de la educación de los chicos es fundamental. Tenemos muy en cuenta todas estas cosas. La prioridad son los estudios porque es de lo que van a vivir el día de mañana, no de la piragua. En el Club Nàutic Sant Antoni no nos valen campeones sin educación. No queremos campeones sin valores y que no ejerzan como tal también fuera del agua. Como decía mi padre, más vale honra sin barco que barco sin honra.

-¿Está satisfecho en el Club Nàutic Sant Antoni?

-Claro que sí. Yo vine por mi trabajo [es funcionario de prisiones] para un año y llevo ya doce en la isla. Supongo que esto se va a alargar porque estamos contentos y a gusto. Mi mujer trabaja aquí en el colegio Nuestra Señora de La Consolación y también ayda mucho en la sección de piragüismo del CNSA.

-¿Le ha costado implantar una disciplina de trabajo entre los piragüistas ibicencos?

-Mucho. Yo no sé si es por el clima o por la forma de ser de los ibicencos, pero la gente aquí es menos dura a la hora de entrenar que la del norte. En Asturias los piragüistas están acostumbrados a ejercitarse en todo tipo de condiciones climatológicas. En Eivissa, en cuanto la gente ve que está nublado o ha llovido media hora antes ya no vienen a entrenar o preguntan si hay sesión de trabajo. Este año estoy penalizando las faltas de asistencia en el ranking interno que tenemos en el club y se ha notado muchísimo. La gente está asistiendo más que nunca y estoy muy contento. He notado un cambio con respecto a temporadas anteriores.

-¿Coincide con Dani Sánchez, uno de sus piragüistas, en que el kayak de mar no ha llegado a su desarollo máximo en Eivissa?

-Sí. Hace años que tenemos claro que la sección de piragüismo del CN Sant Antoni va a estar dedicada casi exclusivamente al kayak de mar. Vamos a cuidar a la gente que demuestre que tiene futuro en la pista, en las disciplinas olímpicas, a través del programa de seguimiento o mandándolos a la Escola Balear de l’Esport, pero nos vamos a centrar más en el kayak de mar. Estamos en un sitio inmejorable para entrenar esta última disciplina y no la pista.

-¿Cree que el kayak de mar puede ser olímpico algún día?

-Es muy prematuro decir eso. Es complicado que una disciplina entre en el programa olímpico porque hay que sacar otra. Pero podría serlo algún día, aunque a largo plazo. Lo que se busca en las Olimpiadas es espectáculo y este ingrediente lo tiene el kayak de mar. Si la competición es con el mar tranquilo, es muy aburrida, pero con oleaje es muy vistosa. Con una buena cobertura televisiva podría enganchar. Mira este año lo que se ha hecho con la vela en los Juegos de Londres. Buscaron un campo de regatas cerca de tierra, para que se pudieran seguir con facilidad las pruebas, y la gente las veía perfectamente. Luego las retransmisiones fueron muy buenas.

-¿Qué balance hace de los logros del club en 2012 y qué espera de la nueva temporada?

-Lo más destacado de 2012 fueron las dos medallas que consiguieron los juveniles Joan Ramón y Ginés Cerdán en el Campeonato de España de pista. Además, Dani Sánchez se ha clasificado para el primer Campeonato del mundo de surfski que se hará en 2013. Hemos conseguido dar un impulso a la base del club y el año que viene tendremos un equipo más potente tanto en promoción como en kayak de mar. Esperamos que Dani se consolide como uno de los mejores del mundo en surfski y tenemos muchas esperanzas depositadas en Jorge Gascón. Será un año duro para Joan Ramón, que ya es palista sénior.

-¿Qué hay del reto de que otros clubes náuticos de las Pitiüses se impliquen con el piragüismo?

-Eso es una asignatura pendiente. La verdad es que estamos ansiosos porque así sea. Por ejemplo, en Formentera tienen un sitio muy bueno para la práctica del piragüismo. Hace un par de años iban a empezar pero luego se torció la cosa. Luego, en Eivissa, hay clubs que hacen cursillos pero no continúan con una sección de competición.

Tenemos que sentarnos a hablar. Para el CN Sant Antoni sería competencia que hubiera más conjuntos, pero por otro lado sería muy positivo para el piragüismo pitiuso. Se podría hacer una Liga insular porque para la gente es básico competir mucho. En la Península los deportistas participan en 25 o 30 pruebas al año y aquí es imposible por los costosos desplazamientos.

-¿Cuáles son sus logros profesionales?

-Lo más destacado es que representé a España en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 como reserva. No pude debutar, pero puedo decir que fui olímpico. El mejor recuerdo que tengo de mi vida deportiva es el desfile olímpico. Todavía se me pone la piel de gallina cuando lo rememoro. Este año estuvimos en las Olimpiadas de Londres y me vinieron muchos momentos a la memoria. También fui sexto en el Campeonato del Mundo del 95 en K-4 500 metros y subcampeón de España en K-1 500 metros en el año 96. Además, estuve tres años en el equipo nacional. Eso es quizá lo más brillante en mi currículum.

-¿Hay algo que le quede por cumplir en el piragüismo?

-Algún día me gustaría estar de ayudante de mi hermano Carlos. En el equipo belga es prácticamente imposible, pero si viniese a España desearía estar junto a él unos años porque aprendería mucho. Estoy convencido de que es el mejor técnico español que hay y este país está perdiéndoselo.