Nacida en Marruecos hace 24 años, pero criada desde muy pequeña en Ibiza, Khadija Rahmouni vivió el pasado domingo uno de los días más felices de su carrera como atleta. La medalla de bronce obtenida en los 800 lisos ha servido de trampolín para que la ex del Club Atletisme Pitiús se dé a conocer a nivel nacional. Además, durante esta entrevista, agradeció a todos sus colaboradores (Kswiss y Naffta), así como a sus familiares y amigos todos los gestos de cariño y apoyo que ha tenido tras el éxito logrado en el tartán malagueño.

—¿Ha asimilado ya lo que supone conseguir un bronce en un Campeonato de España?

—Ayer por la noche fui a celebrarlo con mi pareja y unos amigos y todavía estaba en una nube. Esta mañana ya me lo creí y vi que era cierto.

—¿Cuántas horas le ha tenido que dedicar a esta tercera posición en Málaga?

—Mucho sacrificio, dolor, entrenamientos... Lo he pasado bastante mal por problemas de salud y hemos salido airosos. A principio de temporada nuestro objetivo era llegar bien al aire libre y ya teníamos claro que teníamos que ir a muerte en el Campeonato de España. Me cambiaron de entrenador y me fui con Guillermo Ferrero y tuve que adaptarme a sus nuevos métodos así que desde enero que estábamos duro con ello.

—Decía nada más acabar la carrera que no se esperaba este resultado, pero, ¿antes de empezar el Campeonato de España confiaba en alcanzar algún metal?

—Confiaba en mí, pero no sabía hasta qué extremo. La gente de mi entorno me decía que estaba muy bien porque entrenaba a gusto y al final ha dado resultado.

—¿Qué es lo que le dijo Nuria Fernández al cruzar la meta?

—He entrenado cuatro años con ella y este año, por la ruptura de los entrenadores ya no nos veíamos. Me preguntó por cómo había quedado, le dije tercera y se alegró muchísimo por mí. Me dijo que se alegró más por mi medalla que por la suya. Se me cayeron las lágrimas. Fue muy emocionante. Nuria es una gran persona y una gran atleta y siempre le agradeceré las palabras que tuvo hacia mí.

—¿A partir de ahora toca descanso o sigue entrenando?

—Me gustaría seguir e intentar hacer mi marca personal, pero tengo que hablarlo con mi entrenador. Hay que planificar. No sé si la Federación querrá que siga preparando el Decanaciones de París o si podré descansar.

—¿Cuál es su próximo objetivo a medio plazo?

—Al año que viene hay un Europeo de pista cubierta y me gustaría hacer la mínima y dar un salto más grande. Las Olimpiadas son palabras mayores, pero voy a lucharlo y demostrarme que puedo ir rompiendo barreras poco a poco.

—Hace cuatro años que dejó la isla. ¿Cuál fue el motivo que le llevó a abandonar Ibiza?

—Mis padres vieron que en Ibiza no había mucho trabajo y se marcharon a Bélgica. Entonces decidí pensar por mí misma e intentar mejorar. Para eso debía buscar aumentar el nivel de los entrenamientos y pensé en la posibilidad de entrenar en el CAR de Madrid. Allí tuve la posibilidad de entrenar con un grupo, que es importante para un atleta. En Eivissa, aunque el nivel de técnicos es muy bueno, falta ese grupo que te ayude a superarte.

—¿Está satisfecha de haber dado el salto a la península?

—Sí, claro. Me quedaba el gusanillo ese de intentar vivir de este deporte, que de momento lo estoy consiguiendo. Aun así, es muy duro y hay que trabajar mucho para que los resultados lleguen y te puedas mantener en un nivel que te exige la Federación para seguir aquí.

—¿Va a seguir trabajando los 800 lisos o aspira a correr algún día los 1500?

—Quiero seguir en 800 y llegar a una marca de 2´02´´ ó 2´00´´, que sería una progresión muy grande. Entonces, de ahí sí intentaría dar el salto a 1500, que es la prueba reina.

La protagonista

Añoranza

¿Qué es lo que más echa de menos de Ibiza?

La gente,mis compañeros de entrenamiento, mi entrenador (Toni Roig), mis amigos y la playa, que en estas fechas dan muchas ganas de darte un chapuzón. Estar tanto tiempo alejada del mar también se echa en falta.

Futuro

¿Volverá algún día a entrenar en la isla?

Me gustaría, pero no sé cuando. Siempre tengo el pensamiento de volver. Si se pone la cosa bien a nivel económico y puedo conseguir becas, a lo mejor. Ahora mismo las cosas están muy mal en ese sentido y si volviera no podría estar allí sin ningún ingreso. El tiempo lo dirá, aunque por ganas no será. De momento solo puedo pensar en entrenar en Madrid y en seguir progresando.