Felipe Vivancos está en un mar de dudas por la lenta recuperacion que está teniendo de una rotura de fibras que sufrió en el isquiotibial de su pierna derecha. Vivancos todavía no ve la hora de regresar a la competición pese a que lleva casi un mes y medio desde que se produjo la lesión el pasado 13 de junio.

El vallista del Pitiús esperaba estar listo para volver a probarse en una competición desde hace dos semanas, pero no las tiene todas consigo, por lo que, en principio, tiene pensado reaparecer en el Campeonato de España absoluto que se celebrará en Málaga el 6 y 7 de agosto. Esta no era la opción deseada por el atleta ibicenco, quien hubiera querido realizar dos o tres carreras más antes de llegar en plenas condiciones al Nacional.

El Mundial, muy lejos

El principal objetivo de Felipe Vivancos era lograr la mínima que le permitiera acudir al Campeonato del Mundo que se disputará en Daegu (Corea del Sur) del 27 de agosto al 4 de septiembre. Sin embargo, estas opciones están muy lejos en estos momentos porque solo ha disputado tres carreras en la temporada al aire libre y después este problema físico le ha llevado a estar mucho tiempo parado, por lo que tiene complicado alcanzar su estado de forma ideal, primero para competir en plenas condiciones en el Nacional y después lograr estar en el Mundial surcoreano.

Vivancos reconoció que ha estado entrenando bien, pero esta lesión está costando mucho de recuperar y prefiere no arriesgar: «He entrenado medianamente bien, pero no me veo al cien por cien. Me hubiera gustado hacer alguna carrera intermedia antes de acudir al Campeonato de España, pero tengo miedo a recaer y perder toda la temporada. Iré al Nacional, aunque no estaré a tope, y acudir al Mundial está muy cuesta arriba».

El atleta del Pitiús es consciente de que esta lesión le ha frenado su gran progresión: «Este año con mi nuevo entrenador, Alexis Sánchez, me estaban marchando muy bien las cosas. En pista cubierta fui campeón de España y cuarto de Europa y al aire libre iba por el buen camino. Es una lástima porque podía haber estado en mis mejores tiempos».