63-71. Adiós a un sueño

SEVILLA | GUSTAVO L. SIRVENT (ENVIADO ESPECIAL)

El EBE Promociones interpretó ayer, a su manera, el papel del general Custer en la película `Murieron con las botas puestas´. El equipo de Jordi Fernández dijo adiós al sueño de jugar la final de la Copa de la Reina, pero lo hizo entregándose hasta el final. El problema es que enfrente estuvo el vigente campeón de esta competición, Ros Casares, que sólo dio tregua en los dos primeros cuartos. El gran partido de Katie Douglas (23 puntos), junto a Ferragut o Milton desequilibraron una balanza donde pesan muchos millones de diferencia. Aún así, la afición tiene motivos más que suficientes para presumir de un plantel que ya está entre los cuatro mejores de España.

El cara a cara entre las primeras semifinalistas de Copa fue sin cuartel en el primer acto, aunque la tensión y los nervios pasaron factura a unas y otras durante los compases iniciales. El cinco pitiuso se puso por primera vez por delante en el minuto 5 (7-4) gracias a cinco puntos consecutivos de Alicia López. La guerra comenzó entre las jugadoras interiores. A una canasta de De Souza correspondía otra de Lyttle, y a una nueva de Ferragut le seguía otra de Rasmussen. Además, en esta contienda salió perdiendo De Souza, que se colocó con tres faltas. Asimismo, Delisha Milton también se cargaría con tres faltas en su debe, con lo que el plantel que entrena Manolo Real optaría por defender una zona 2-3 y evitar no aumentar su cuota de penalizaciones ilegales. Mientras tanto, el quinteto ibicenco sufría la calidad de Katie Douglas y Elena Tornikidou, que tenían la mano caliente desde el perímetro (entre ambas anotaron 19 de los 29 puntos de su equipo al descanso). El intercambio de canastas era la tónica predominante y ni una ni otra escuadra conseguía despegarse en el electrónico, hasta que a falta de un minuto y medio para el descanso el Puig d´en Valls cometió errores en ataque que posteriormente pagó en defensa. Un parcial de 0-10 (de 36-35 se pasó a 36-45) dio la máxima renta del partido al Ros Casares.

Ansias y precipitación

Tras el tiempo de asueto, el panorama no varió en exceso debido a que el cuadro levantino mantenía a raya a su oponente. Aún así, la casta del cinco santaeulaliense rebajó las diferencias a seis puntos (41-47, m.24), pero enseguida obtuvo la respuesta de su rival. La precipitación en ataque del EBE, que jugaba sus posesiones en menos de diez segundos, unido a que sólo se buscaba a Lyttle y no otras variantes ofensivas facilitaba la labor de las de Manolo Real, que defendían muy cómodamente. Antes del definitivo periodo, el Ros consiguió su máxima diferencia (49-57) con una canasta de Tornikidou.

El epílogo de las semifinales se atisbaba fácil para el líder de la Liga Femenina, ya que siguió su acierto y las pitiusas su desesperación por recortar diferencias, pero no pudo ser. Otra vez será.

La mejor: Laura Navarro

Todo pundonor y entrega

Cuando peor pintaban las cosas salió a la pista e infundió de coraje al EBE Promociones. Anotó 13 puntos, capturó dos rebotes, recuperó tres balones y sumó 17 de valoración.

Ataque impreciso

Al verse por abajo, el EBE Promociones intentó jugar más rápido y cometió más errores ofensivos, no eligiendo las opciones más correctas en el tiro.

Defensa sobre el perímetro

Las jugadoras exteriores del Ros Casares fueron superiores a sus defensoras ibicencas, que no pudieron frenar a la mejor de las valencianas, Douglas.