Obligados a ganar

Para el equipo maño, este encuentro, y el próximo contra el Sevilla, pueden marcar en qué zona estará de la clasificación y por qué luchará, ya que actualmente se encuentra a cinco puntos de la zona UEFA y a la misma diferencia del descenso.

De obtener buenos resultados en ambos, podría volver a soñar con meterse en competición europea, pero en caso contrario debería volver la vista hacia abajo para escapar del pozo del descenso.

El conjunto aragonés sigue buscando una nueva identidad de la mano de Javier Irureta, y el peligro de este enfrentamiento está en que cualquier mínimo desajuste le puede costar caro, dada la calidad de la plantilla azulgrana.

Además, es probable que en esta ocasión el técnico vasco, que ha convocado a los 19 jugadores que tiene disponibles, varíe el esquema habitual que viene utilizando, un 4-4-2, por un 4-2-3-1, algo que puede que el equipo no tenga bien asimilado.

El proceso gripal sufrido a principios de semana por el delantero brasileño Ricardo Oliveira podría suponer que se quedara fuera del esquema habitual, para incluir un centrocampista ("Oscar" González) y poblar el centro del campo para impedir que el conjunto catalán pueda desarrollar su juego con comodidad; aunque, por contra, el Real Zaragoza perdería opciones de gol arriba dado que Oliveira es el segundo goleador del equipo con 13 tantos.

El resto del equipo sería el mismo que perdió frente al Osasuna la pasada jornada, con la novedad de la vuelta al once titular de Alberto Zapater en detrimento de Albert Celades.

El Barcelona sólo puede permitirse victorias para no perder de distancia al Madrid, con ocho puntos de ventaja. Tras empatar contra el Sevilla (1-1) el pasado sábado, en la entidad catalana ya no se contempla otro objetivo que no sea una victoria.

Para el partido frente al Zaragoza, el Barça podrá contar con el concurso de tres de sus jugadores importantes -Puyol y Deco, lesionados; Touré, en la Copa de África-, pero seguirá sin poder alinear a su referencia en ataque, el camerunés Samuel Eto'o, quien regresó de la Copa de África aquejado de una contractura muscular y cuya ausencia rebajará tensiones en las gradas zaragozistas.

Sin Eto'o en la punta de ataque, y con un Ronaldinho en horas bajas, el Barcelona necesita más que nunca que Thierry Henry conecte con el carácter goleador del equipo, aunque la duda acerca de su rendimiento aumentó ayer con la declaración del jugador de que no está cómodo en el campo, ya que debe jugar en posiciones que le alejan de la portería.

En lugar de lo que debía ser una delantera demoledora, el Barcelona presenta a dos ilusionantes jóvenes (Giovani y Bojan) y a un intermitente Leo Messi. Los números de los últimos partidos delatan al actual Barça: de siete encuentros, ha acabado a cero en dos, y sólo ha marcado un gol en cada uno de los cinco restantes.

La mejor noticia del Barça en este choque será el regreso de Touré Yaya de la Copa de África. Su incorporación retrasaría la posición de Márquez al eje de la defensa junto a Milito, que regresará por primera vez al que fue su estadio en los últimos años.

Es probable que una semana más Ronaldinho no tenga un lugar en el conjunto, sobre todo si juegan Touré y Deco, dado que delante jugarán con casi toda seguridad Iniesta, Henry y Messi.