Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Motor

Cuenta atrás para la 40ª edición de la Pujada a sa Cala de Ibiza

La mítica prueba de rallies de montaña no será puntuable para el Campeonato de España

Imagen del cartel oficial de la prueba. | FAIB

Imagen del cartel oficial de la prueba. | FAIB

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

Ibiza

La mítica Pujada a sa Cala vivirá el próximo fin de semana del 18 y 19 de octubre una edición muy especial. La histórica prueba de montaña, organizada por el Automóvil Club de Ibiza y Formentera, cumple cuatro décadas de historia y volverá a reunir a los mejores pilotos del archipiélago en la espectacular subida a sa Cala de Sant Vicent, uno de los trazados más emblemáticos del automovilismo balear.

Aunque este año la prueba no será puntuable para el Campeonato de España de Montaña, como sí lo fue en 2024, la expectación entre los aficionados es máxima. El año pasado, el piloto vasco Joseba Iraola se impuso con autoridad en las cuestas de sa Cala, firmando una impresionante subida de 01:54.892, con la que aventajó con holgura a sus rivales de la Categoría II. Aun así, no consiguió batir el récord histórico de la prueba, que continúa vigente desde 2023.

Puntuable para el Balear

En esta 40ª edición, la Pujada a sa Cala será puntuable para el Campeonato de Montaña de las Illes Balears, en sus diferentes categorías —absoluta, turismos, regularidad y drift—, consolidándose como una cita imprescindible dentro del calendario autonómico.

El evento dará comienzo el viernes 17 de octubre, con las verificaciones administrativas y técnicas, mientras que el sábado 18 arrancarán las mangas de entrenamientos en la carretera PM-811 (EI-321), entre los puntos kilométricos 7.100 y 1.300. El domingo 19 se disputarán las mangas oficiales de carrera, tras una nueva sesión de entrenamientos, y culminará con la entrega de trofeos a las 14,00 horas en la pista de tenis de sa Cala.

El recorrido, de 4.000 metros de longitud y 311 metros de desnivel, ofrece una pendiente media del 4,9%, lo que convierte cada curva en un desafío para los pilotos y un espectáculo para el público. Las asistencias se ubicarán en los tramos habilitados por la organización, garantizando la seguridad de los participantes y los espectadores.

Las inscripciones, que se realizaron de forma presencial el pasado 3 de octubre en el restaurante Timbal de Sant Jordi, se cerraron con gran éxito, reflejo de la pasión que despierta esta competición. La organización ha limitado la participación a 60 vehículos, entre turismos, monoplazas y participantes de regularidad, lo que asegura un alto nivel deportivo y un fin de semana de emoción y adrenalina. Con todo preparado y la cuenta atrás en marcha, Ibiza volverá a rugir con el sonido de los motores y el espíritu competitivo que ha hecho de la Pujada a sa Cala una leyenda viva del automovilismo balear.

Tracking Pixel Contents