Fútbol | Primera RFEF

La UD Ibiza activa la operación 'columna vertebral'

Con la salida de Roberto Olabe, el medio campo de la UD Ibiza queda parcialmente desguarnecido a la espera de fichajes n El centro de la zaga y la delantera de Paco Jémez también aguardan refuerzos

Roberto Olabe se despidió este jueves de la UD Ibiza tras dos temporadas. | UD IBIZA

Roberto Olabe se despidió este jueves de la UD Ibiza tras dos temporadas. | UD IBIZA

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

Ibiza

La UD Ibiza encara un verano de reconstrucción profunda. La temporada 2025-26 se presenta como un reto mayúsculo para los celestes, que deberán reconfigurar buena parte de su plantilla y, especialmente, una de las zonas más neurálgicas del equipo: el centro del campo. La conocida como columna vertebral de cualquier conjunto —la línea que une defensa, medular y ataque— ha quedado seriamente debilitada tras un aluvión de salidas. La directiva y el cuerpo técnico, con Paco Jémez al mando y el exfutbolista Javi Lara en la dirección deportiva, tienen por delante una compleja ‘operación columna vertebral’.

Este jueves, el club oficializó la marcha de Roberto Olabe, último bastión del mediocampo en salir. El salmantino, habitual en el doble pivote durante el curso pasado, cierra una etapa en la isla tras convertirse en una pieza clave en el engranaje de Jémez. Su adiós se suma a los de Jesús Álvarez (nuevo jugador del Huesca), Eugeni Valderrama (actualmente sin equipo), Marc Domènech (rumbo al FC Andorra) y Gori Gracia (que regresa al Real Zaragoza tras finalizar su cesión). En total, cinco bajas en la medular que dejan al conjunto pitiuso sin ninguno de sus centrocampistas habituales de la temporada 2024-25.

Con este panorama, la UD Ibiza ha activado su maquinaria para reconstruir su parcela ancha. Por ahora, ya se han producido dos incorporaciones: Josep Señé y David del Pozo. El primero, procedente del Racing de Ferrol, llega con una amplia trayectoria en el fútbol profesional y destaca por su calidad técnica, visión de juego y capacidad para romper líneas con el pase. Sin embargo, no se trata de un mediocentro organizador puro, sino más bien de un mediapunta reconvertido, con alma de creador. El segundo, David del Pozo, es un perfil diferente: combativo, incansable y con despliegue físico. Su última temporada en el Recreativo de Huelva le consolidó como un interior con carácter, más cercano a un box-to-box que a un ‘cinco’ posicional.

Aun con estas dos altas, el centro del campo ibicenco sigue claramente desguarnecido. A Paco Jémez le urge la llegada de, al menos, dos fichajes más para el doble pivote: un mediocentro organizador que se erija como brújula del equipo y un pivote defensivo capaz de sostener al equipo en momentos delicados. Un ‘cerebro’ y un ‘ancla’ que aporten equilibrio, liderazgo y continuidad al juego. Además, deben ser jugadores que encajen con el estilo valiente y de posesión que propone el técnico canario, y que sepan conectar tanto con los extremos como con los mediapuntas —Álex Gallar, Del Olmo y Fran Castillo—, llamados a ser determinantes en el último tercio del campo.

Pero los problemas estructurales del equipo no terminan en la medular. La columna vertebral celeste, entendida como ese eje central que une defensa, centro del campo y delantera, se ha visto igualmente afectada en otras zonas clave. En el eje de la zaga, el club ha perdido a dos hombres importantes como Alberto Escassi y Guillem Molina, sobre todo este último, quien aportaba solidez, velocidad en el corte y buen juego aéreo. En ataque, la situación tampoco es halagüeña: Quique González y Mo Dauda han dicho adiós, dejando a Davo como único delantero de referencia disponible a día de hoy.

Entre seis y ocho refuerzos

Así, la hoja de ruta del club pasa por apuntalar la plantilla con entre seis y ocho fichajes más —dos por línea y otros tantos hombres de banda— que refuercen los cimientos del equipo. Un central con galones, un acompañante joven o polivalente para esa línea, dos centrocampistas con perfil organizador y defensivo, y dos delanteros que aporten gol, movilidad y recursos ofensivos a una parcela especialmente dañada. A la espera de la decisión que se adopte con Javi López-Pinto, la plantilla también está huérfana de extremos.

El grupo Este de Primera RFEF se presenta como uno de los más exigentes y equilibrados de los últimos años, con históricos como el Hércules, el Nàstic de Tarragona, el Cartagena o el Real Murcia en liza. Si la UD Ibiza quiere aspirar al ascenso o, al menos, a competir con garantías, debe completar cuanto antes esta ‘operación columna vertebral’. Porque, como en cualquier organismo, si falla el centro, el cuerpo entero se tambalea. Y ahora mismo, la UD Ibiza necesita músculos, huesos y nervio para sostener su proyecto. Apenas quedan dos semanas para el inicio de la pretemporada, y el tiempo corre.

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