Hartley y Olazabal inscriben sus nombres con letras de oro en la Ruta de la Sal
Los dos armadores se llevaron la versión Denia de la prueba con la embarcación Clem Primero y batieron el récord de triunfos en la competición gracias a un palmarés en el que ya figuran un total de cinco triunfos

El Clem Primero navega entre Denia y Sant Antoni / BaixauliFoto
Amanda Hartley y Jaime Olazabal hicieron historia en la Ruta de la Sal con su quinta victoria en la prueba y marcaron un nuevo récord de triunfos en la regata de vela con final en Sant Antoni. Su embarcación, el Clem Primero, venció en la tabla de tiempos absoluta que salió de Denia, que tiene en cuenta las características de cada yate para marcar el registro definitivo.
La armadora cogió el micrófono con cierta timidez ante los múltiples elogios recibidos en la rueda de prensa: «El secreto es la actitud, la tripulación y pasarlo bien». Añadió que su trayectoria en esta 37 edición «no tuvo complicaciones» por las «buenas condiciones» de viento y oleaje que se encontraron desde su salida de la costa de Alicante. También mencionó que contribuyeron sus «buenas decisiones tácticas» porque la embarcación se desenvuelve mejor en el viento que en la calma.
La representante del equipo vencedor explicó que la Ruta de la Sal ocupa un lugar muy especial en la trayectoria deportiva del dúo, puesto que ambos hicieron su debut en competición en la edición de 2004. Su larga trayectoria en la prueba incluye las victorias en la versión Barcelona en 2009 y 2010, la variante Mallorca en 2017 y el itinerario Denia en 2022. Su primer puesto de este año les hace superar los cuatro triunfos del ibicenco Manuel Guasch y el catalán Manel Jané.

El Libélula recorre la prueba que comenzó en Barcelona / Torveo
El Aviador, de Gabriel Medem, se hizo con la segunda plaza por detrás del Clem Primero por 13 minutos de diferencia. La Estrella Azul, con Chiquinquira González como armadora, completó el podio con un registro 20 minutos más lento que el del yate ganador. El Pelotari Project fue el primero en llegar al Club Nàutic Sant Antoni y se quedó a 16 minutos de establecer un nuevo récord.
La versión Barcelona
El Libélula, del armador Plácido Arango, fue la embarcación más rápida de la clasificación absoluta de la competición que partió desde Barcelona. El representante destacó que las condiciones climáticas fueron «perfectas» para el yate y le beneficiaron las «diez horas de viento del inicio» de la prueba para conseguir su primera victoria en la Ruta de la Sal. También especificó que el barco fue construido hace 45 años, por lo que se mostró sorprendido de que «siga defendiéndose tan bien».
El Sálvora, del armador Francisco Núñez, se alzó con el subcampeonato de esta prueba después de llegar a Sant Antoni poco más de una hora y media más tarde que el Libélula. Esta embarcación relegó al tercer puesto al Bandido, de Juan Carlos Otamendi, por apenas cinco minutos. El yate Tapioca, cuyo armador es José Agnaldo Andrade, fue el primero que completó el recorrido.
Esta edición de la Ruta de la Sal contó con 120 embarcaciones que procedían de 57 clubs náuticos del Mediterráneo y un total de 750 tripulantes, de los que el 26 por ciento eran extranjeros.
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