Fede Silvera, jugadora de San Pablo: «Mi sueño es representar a mi país en el primer Mundial femenino»

La pivote Federica Silvera Arias (Montevideo, 13 de febrero de 1993), que además de la capitana de la selección uruguaya femenina, atiende a Diario de Ibiza para analizar el buen momento del equipo entrenado por Saúl Olmo, décimo en la tabla

Imagen de Fede Silvera con la camiseta del San Pablo.   | JESÚS RODRÍGUEZ

Imagen de Fede Silvera con la camiseta del San Pablo. | JESÚS RODRÍGUEZ

Jesús Rodríguez

Jesús Rodríguez

¿Por qué se decidió por la oferta del San Pablo-Ibiza? ¿Qué es lo que le llamó la atención del proyecto?

Al final de temporada yo había quedado en volver al equipo que estaba, el Camoens de Ceuta. Pero hubo unos problemas dentro del club que hicieron que al final no se sabía si salía o no. Vi que el San Pablo buscaba jugadores y lo vi como una oportunidad de brindar mi experiencia al club y poder hacer que crezca en Segunda División.

Tiene una dilatada experiencia internacional. ¿Qué diferencias ve entre el Camoens y el San Pablo?

En el equipo del año pasado éramos muchos fichajes, casi todas las jugadoras éramos de fuera, había solo dos españolas. La diferencia que yo veo en una jugadora que viene de fuera y una jugadora que es de casa es que la de aquí está más cómoda. El año pasado pasaba eso, que todas teníamos hambre de competir. Para muchas era la primera experiencia en España, que es la mejor liga de fútbol de sala. Teníamos mucha ambición, un equipo muy competitivo, éramos muchas jugadoras, un total de 16. Eso hace que los entrenamientos sean mejores y que tengas más expectativas de llegar a subir a Primera División, que creo que es un sueño para cualquier equipo que está en Segunda.

¿Cómo ve el club de aquí a medio plazo? ¿Cuál cree que es el techo del equipo? Es la segunda máxima goleadora del equipo, con dianas en 13 partidos. ¿Cómo se siente personalmente?

Tenemos que ir poco a poco, la base de las jugadoras es la que estaba el año pasado y han jugado en Regional, que no es lo mismo que Segunda División. Los resultados muchas veces no nos han acompañado a pesar de que hemos competido ante equipos muy potentes. Veo que este grupo es demasiado competitivo y todos pierden y ganan puntos. Si el equipo cree que puede, va a conseguir cosas buenas. Nos encantaría jugar la Copa de la Reina por primera vez. Soy una jugadora que siempre trata de aportar y que entrego todo en la cancha. Intento ayudar en la medida que pueda y también trato de orientar a alguna compañera que no tenga tanta experiencia.

No tiene nada que ver el San Pablo que se está viendo ahora, casi en febrero, con el que se veía al principio de temporada. Se nota la mano de Iván Gil y ahora de Saúl Olmo.

No, obviamente. También se ha notado el hecho de no haber hecho pretemporada todas juntas, de no haber tenido partidos amistosos. Pero bueno, por suerte el torneo es muy largo, son 30 partidos, y estamos a tiempo de lograr grandes cosas. Al final, tener un buen ambiente y un grupo sano influye a la hora de los resultados. Siempre fuimos muy buen grupo y eso también ayuda a lo que estamos logrando hoy.

Han empezado 2025 por todo lo alto. Dos partidos con dos victorias, ambas fuera de casa, una contra Entrerríos Zaragoza, que es uno de los equipos de arriba de la tabla. ¿Cómo está el grupo?

Cuando perdíamos por un gol o dos, no quería decir que éramos las peores ni ahora somos las mejores. Creo que poco a poco se están viendo los resultados del progreso, del trabajo que estamos haciendo y de las ganas también que tienen las chicas, que están comprometidas y que quieren aprender. Eso al final da resultados, tarde o temprano.

¿Qué ha supuesto para la plantilla la llegada de Samu Olmo? ¿Hay mucha diferencia entre su metodología de trabajo y la de Iván Gil?

No, yo creo que van en la misma línea, la diferencia es que Saúl ha sido jugador profesional, entonces tiene mucho conocimiento, mucha experiencia. Iván es todo corazón y sufría los nervios del partido igual que nosotras. Saúl tiene la calma de estar prestando atención todo el tiempo, siempre queriéndonos corregir y bueno, creo que con las pocas semanas que llevamos, hemos mejorado muchas cosas. Estamos aprendiendo a elegir y tomar mejores decisiones, en qué momentos tenemos que atacar, en cuales no, la postura que tiene que tener el equipo para defender. Son cosas en las que Saúl hace especial hincapié porque ha sido jugador y ha vivido las mismas situaciones que vivimos nosotras en el día a día.

Cuando cuelgue las botas, ¿le gustaría seguir vinculada al mundo del fútbol sala?

Sí, me gustaría seguir vinculada. Hoy en día disfruto mucho entenando, transmitiendo mis conocimientos y ayudando. Empecé a entrenar categorías inferiores en San Lorenzo (Argentina) con niñas que tenían 10, 11, 12 años... Fue mi primera experiencia, el año pasado en Ceuta también tuve un equipo femenino, y ahora con el regional de San Pablo, que son todas niñas de cadete. El club no tiene una estructura y me gusta poder ayudar en eso, ya que si tus bases son fuertes, después no tienes que invertir tanto en fichajes, porque tienes esa calidad en casa.

¿Cuáles son sus objetivos y sus sueños?

Uno de mis sueños es poder jugar el próximo Mundial, que además será el primero de fútbol sala femenino, representando a mi país. La Copa del Mundo será este 2025 en Filipinas, y en marzo tendremos la fase de clasificación. Me encantaría hacer historia con la selección uruguaya en el primer Mundial femenino de la historia.

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