La SD Ibiza confía en los Reyes Magos para salir del bache

Raúl Casañ pidió refuerzos en la zona ofensiva en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Atlético Baleares ante la falta de gol y de delanteros tras las lesiones de Felipe y de Ródenas en pretemporada

Imagen del último partido de la SD Ibiza

Imagen del último partido de la SD Ibiza / J.A. Riera

Jesús Rodríguez

Jesús Rodríguez

La SD Ibiza cerró un 2024 de altibajos con una nueva derrota ante su afición frente al Atlético Baleares que le hace acabar el año en decimocuarta posición con 20 puntos, a uno del descenso, tras un fatídico mes de diciembre en el que solo ha conseguido un punto merced al empate frente al Espanyol B. Desde la zona noble del Sánchez y Vivancos son conscientes de la dificultad que atesora el Grupo 3 de Segunda RFEF en el que está encasillado el plantel de Raúl Casañ, a lo que hay que añadir la dificultad de que esta campaña ha sido la del regreso desde Tercera RFEF, lo que añade un punto de dificultad al tener que sufrir un periodo de adaptación a la nueva categoría.

Por ello, se considera fundamental reforzar al equipo durante este mercado invernal para mejorar sus prestaciones y dar un golpe sobre la mesa con dos o tres contrataciones que aumenten el nivel del equipo, sobre todo en el aspecto ofensivo, ya que la escuadra rojilla solo ha conseguido perforar la portería rival en una ocasión durante este mes de diciembre, lo que hace entrever que desde la Avenida de Campanitx tendrán que poner toda la carne en el asador para mejorarlos 0.94 goles por partido que promedian los pitiusos.

El equipo de Raúl Casañ ha demostrado a lo largo de esta temporada ser un conjunto aguerrido, incómodo y pegajoso al que cuesta meterle mano. Los ibicencos han perdido siete partidos en la competición doméstica. Pero, de esas siete derrotas, cinco han sido por la mínima, lo que es un buen indicativo de la dificultad que tienen los rivales para superar a los jugadores rojillos. 0-1 ante el Sant Andreu, mismo resultado frente al Olot, 1-2 con el Ilicitano y con el Terrasa o el 0-1 del pasado fin de semana ante el Atlético Baleares reafirman a una plantilla que tiene voluntad, pero a la que muchas veces se le escapan los partidos por los pequeños detalles, los que definen el fútbol.

El choque ante el Atlético Baleares fue un reflejo de lo que es el equipo de Casañ esta temporada: mucho ímpetu pero poco acierto. Los ibicencos comenzaron asediando al cuadro mallorquín, segundo clasificado, uno de los aspirantes al ascenso y que cuenta con dos delanteros que la pasada temporada estaban en Segunda División, como son Florin Andone, procedente del Eldense,o Rubén Bover, que permaneció en el Andorra desde 2018 hasta el pasado mercado veraniego, cuando desembarcó en Mallorca. Tras un cuarto de hora jugando en campo contrario y generando ocasiones, el Atlético Baleares golpeó a los locales en su primera llegada, asestándoles un mazazo psicológico y limitándose a cerrarse bien atrás esperando un contragolpe. Los pitiusos tienen problemas en la zona de tres cuartos de campo ante defensas pobladas, por lo que a la SD Ibiza le vendría como anillo al dedo un jugador que aporte esa claridad en el último pase para poder generar ocasiones manifiestas de gol a un Navalón que lleva cinco goles de los 16 del equipo.

«Tienen que llegar dos o tres jugadores para mejorar lo que no funciona, sobre todo en la delantera, porque nos falta gol», sentenció Raúl Casañ tras el derbi balear. El técnico valenciano hizo su carta a los Reyes Magos. Veremos si se cumplen sus deseos.

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