Amenazas de muerte e insultos en el partido entre la UE Sant Andreu y la SCR Peña Deportiva

Nuevo episodio de violencia en el mundo del fútbol, esta vez en el partido disputado el pasado domingo entre la UE Sant Andreu y la SCR Peña Deportiva en el Narcís Sala, feudo del equipo catalán. En el final del partido, tras el recital mostrado por los de Santa Eulària, que dominaban por 0-2, la grada del grupo ultra local Desperdicis'07, que el pasado fin de semana hicieron que se suspendiese el derbi ante el CE Europa al hacer caer la valla de la zona norte, donde estos aficionados se encontraban, comenzó a amenazar al linier y a menospreciar al arquero de la Peña, lanzándole un gran número de escupitajos, por los que se tuvo que parar el partido.

Siguiendo el protocolo, el delegado de campo, bajo las instrucciones arbitrales, avisó por megafonía para que cesasen estas deplorables actuaciones, pero, lejos de remitir, los aficionados amenazaron de muerte a uno de los asistentes a la vez que siguieron insultando y escupiendo a Pablo Picón, portero visitante, por lo que el árbitro, Octavio Herranz Monge, decidió suspender temporalmente el partido.

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Según el acta arbitral, «en el minuto 89, desde el fondo norte, se lanzaron varios escupitajos sobre la zona donde se encontraba el portero visitante (Pablo Picón), llegando estos a impactarle. Se observaron varios en la cabeza y espalda del portero visitante. Ante este hecho, se activa el protocolo de actuación sobre los incidentes de público, concretamente para actos intolerantes, requiriendo al delegado de campo para que se proceda a comunicar por la megafonía del estadio el mensaje a fin de que cesen dichos comportamientos". En el minuto 96, según continúa el acta, se vuelven a repetir "lanzamientos de escupitajos desde la misma zona, activándose nuevamente el protocolo y volviendo a advertir al delegado de campo para que vuelva a comunicar este hecho". Según se recoge en el documento, en ese momento, el árbitro asistente N2 recibió una amenaza clara: «Tengo un cuchillo, te voy a matar».

Este mismo asistente recibe acto seguido "varios escupitajos desde la grada lateral ubicada detrás de su línea de banda". Finalmente, "en vista de la persistencia en el lanzamiento de escupitajos", en el minuto siete del descuento "se procede a suspender temporalmente el partido, ordenando la retirada de equipos a los vestuarios". De la misma manera, en ese mismo momento se convoca en el vestuario de los árbitros "a delegados de ambos equipos, coordinador de seguridad y representantes del Comité Técnico de Árbitros (CTA), para hacerles conocedores de la situación, advirtiendo que de repetirse nuevamente dichos comportamientos y lanzamientos de escupitajos, se procedería a la suspensión definitiva del partido". En esa reunión se solicita también al coordinador de seguridad "que garantice la seguridad de los participantes para poder reanudar el partido". El acta detalla cómo se retoma el partido tras los incidentes: "Nos comunica que el ambiente se ha calmado y que se puede proceder a la reanudación del mismo, actuando correctamente. Saliendo al terreno de juego, diez minutos después y reanudándose en el 90+17 minutos, los cuatro minutos restantes del tiempo de descuento que quedaban por jugar, después desde la detención. El partido se reanuda y finaliza sin nuevos incidentes».

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El encuentro pudo completarse sin más incidencias que las ya mencionadas. Pero estos capítulos tan lamentables no deberían tener cabida en el deporte. La SCR Peña Deportiva ha querido lanzar un tajante comunicado para apoyar tanto a su jugador como al linier, y condenar lo ocurrido: «Desde la SCR Peña Deportiva condenamos rotundamente la violencia que recibió nuestro portero y las amenazas recibidas por el linier en la pasada jornada ante el Sant Andreu en el Narcís Sala. No tienen cabida en el deporte estas situaciones. Estamos al lado de nuestro jugador y esperemos que ni él, ni ningún otro jugador tenga que volver a sufrir estos actos. Son hechos absolutamente lamentables que deben desaparecer del fútbol de una vez por todas».

Por parte de la UE Sant Andreu, lejos de condenar los hechos y tomar las medidas pertinentes, trataron de culpabilizar al jugador de la Peña, algo que perjudica tanto a entidad como afición, que queda señalada por la actitud de un pequeño grupo.