La cancelación de vuelos durante cuatro horas en el aeropuerto de Ibiza provocada por la avería de un avión causó este sábado que la isla se haya quedado sin competiciones deportivas (de ámbito nacional) durante todo el fin de semana. Que la rotura parcial de las ruedas de una aeronave paralice el tránsito de entrada y salida de una isla como Ibiza, de tanta ostentación y lujo, no deja de ser una paradoja por la que multitud de viajeros y de clubes deportivos se vieron afectados, teniendo que suspender en muchos casos sus planes o encuentros competitivos.
Aunque no ha sido posible determinar si el gestor aeroportuario podría haber despejado la pista de es Codolar con mayor agilidad (la actividad estuvo paralizada de tres a siete de la tarde), lo cierto es que ni los clubes ni las federaciones deportivas encontraron alternativas para que los diferentes equipos se pudieran desplazar a la península o viceversa para cumplir con el horario de los eventos fijados.
Uno de los partidos que no se disputaron ayer domingo fue el que debía enfrentar a la UD Ibiza con el Real Murcia en el encuentro correspondiente a la cuarta jornada del campeonato liguero en el grupo 2 de Primera RFEF. El conjunto murciano no pudo tomar el vuelo que le traía de Alicante a las siete y media de la tarde y optó por regresar a la Región, forzando a la Real Federación Española de Fútbol a que, pasadas las diez de la noche del sábado, acordara aplazar el partido.
Un partido que, por cierto, continúa sin fecha y hora, algo inconcebible por otra parte. Teniendo en cuenta además que otro de los encuentros que tuvo que ser pospuesto por el caos aeroportuario, el que debía enfrentar ayer a mediodía al Manresa y la Peña Deportiva de Segunda RFEF, en tierras catalanas, ya ha encontrado acomodo mañana martes a las 18 horas.
Los peñistas no pudieron viajar a Barcelona, y también se quedó en tierra la expedición de la SD Formentera que debía desplazarse a Alicante para enfrentarse con La Nucía. Esto en fútbol.
El fútbol sala tampoco se libró del desbarajuste originado por el avión de Lufthansa. Todo estaba listo en el polideportivo de sa Blanca Dona para albergar la primera edición del Memorial José Ferrer, que iba a poner frente a frente nada menos que a la UD Ibiza Gasifred, recién ascendido a Segunda División, con el actual campeón de la Champions League, el Mallorca Palma Futsal. Pero como todos los afectados de la tarde, el conjunto mallorquín tampoco pasó de la terminal de Son Sant Joan.
Competiciones alteradas
Quienes sí llegaron, a duras penas, fueron el Palmer Basket Palma y el equipo arbitral del Trofeo Aon Illes Balears de baloncesto que ha acogido el pabellón de Sa Pedrera. La Federación balear tuvo que reprogramar los partidos (uno de ellos acabó pasada la medianoche) y el Fibwi Palma se negó a jugar por la mañana de ayer, con muy poco descanso, frente al Class Bàsquet Sant Antoni en el duelo por el tercer y cuarto puesto.
En el caso del fútbol la caótica tarde del sábado obliga a alterar las competiciones y a buscar fechas más incómodas tanto para los equipos como para los aficionados, algunos de los cuales –seguidores del Real Murcia, la Peña Deportiva o el Formentera– se vieron claramente afectados por una falta de alternativas y de conexiones que sume a la isla en preocupantes situaciones de aislamiento.
Sin fecha para el partido entre la UD Ibiza y el Real Murcia
El juez único de Competición de la RFEF acordó la noche del sábado aplazar la celebración del encuentro UD Ibiza-Real Murcia «a una nueva fecha que se determinará por este órgano tan pronto como se acrediten las circunstancias que permitan la disputa del mismo».
Ayer, al cierre de esta edición, todavía no se había establecido una nueva fecha, mientras la UD Ibiza se ejercitó ayer y hoy descansará para regresar mañana al césped a la espera de novedades.