El rostro de Javier Baraja en rueda de prensa reflejaba el dolor de la derrota y el esfuerzo agotador por tratar, en vano, de hacer crecer al conjunto celeste. También cierta tensión en sus respuestas, a pesar de dejar claro que sigue firme con el compromiso de seguir liderando el vestuario celeste.
A la pregunta de si ve peligrar su puesto, el vallisoletano aseguró que tiene «la energía suficiente para seguir delante de este proyecto». «Cuando los resultados no acompañan es normal que la gente se queje –apreció sobre el runrún de una parte de la afición–. Este equipo merece que yo tenga esa energía y voy a seguir demostrándolo día a día y mañana trabajar ya para el partido del Levante, que es lo único que me preocupa, te lo puedo asegurar», zanjó al respecto de su situación.
Sobre el partido, reconoció que su equipo «se ha roto» tras una primera parte «muy igualada» en la que su equipo «ha competido muy bien» con sus «armas» tratando de «frenar su desorden en ataque que les hace buenos». «Hemos tenido fases con buena salida de balón para salir a la contra, sin ocasiones claras, pero el equipo ha estado bastante bien la primera parte. En la segunda nada más salir encajamos gol y eso desencadena la locura, aunque con el 1-0 creo que el equipo ha tenido una buena reacción, con posesión y posibilidades de hacer gol», analizó.
Tras el carrusel de cambios pensaba en «un partido loco en busca del empate», pero «cuando juegas al ‘te doy me das’, en alguna recibes», matizó.
En cuanto a la acción que originó la sentencia del Cartagena en el minuto 83, la explicó de la siguiente manera: «Hemos ido a una presión alta, por muy poco no hemos robado en área contraria para ir hacia gol y luego es cierto que podíamos haber cortado la transición. Esa jugada podía haber sido en signo contrario y hacer el 0-1», añadió Baraja, antes de reconocer que es un momento «jodido» porque vienen «de dos derrotas consecutivas en las que al equipo le ha costado llegar arriba».
