La UD Ibiza ha encajado esta noche una dura derrota en El Molinón por 2-1 en un encuentro en el que se ha sentido superior y donde el VAR ha tenido una intervención decisiva en el descuento, rectificando un penalti decretado por el colegiado por manos que habría dado al conjunto ibicenco la posibilidad de empatar el encuentro. Ekain ha neutralizado antes del descanso el tempranero gol de Insua en una acción de estrategia. Y en otra jugada a balón parado mal defendida por los celestes ha obtenido el triunfo el conjunto gijonés por mediación de Juan Otero.

Como anunció en la previa, Baraja mantuvo el grueso del equipo que derrotó al Real Oviedo la pasada semana, con las únicas novedades de David Goldar por el sancionado Juan Ibiza y de Suleiman, de vuelta al extremo zurdo, por Miki Villar.

La apuesta era clara y oportuna tras lo sucedido en el Tartiere, pero no hubo tiempo para ver el despliegue táctico de unos y otros en el choque que abría la séptima jornada en LaLiga SmartBank. Una falta absurda de Goldar en campo propio desencadenó el tempranero tanto para los de Abelardo, en una acción de estrategia donde peinó el balón Carlos Izquierdoz y finalizó Insua en el segundo palo con Fuzato y la zaga superados. Solo habían transcurrido cuatro minutos y los celestes, después de dos partidos con la portería a cero, debían nadar contra corriente a las primeras de cambio en El Molinón. 

Bajo un ritmo trepidante, los asturianos gozaron de un par de transiciones para encarrilar el triunfo y Ekain finalizó con un disparo muy desviado un potente contragolpe conducido por Appin antes de cumplirse el minuto 10 de juego.

El choque se convirtió en un correcalles, pero los de Baraja intentaron recomponerse del golpe dominando el balón y armando ataques bien construidos. Aunque como en citas precedentes, se le apagaba la luz en tres cuartos de campo, donde murieron un buen puñado de tentativas tras el gol del Sporting.

La velocidad del colombiano Juan Otero disparaba las alertas de la zaga celeste con espacios a su espalda, aunque fue de nuevo Ekain quien disfrutó de un contragolpe tras presión con robo que desperdició en el careo con el último defensor. 

El caos imperante y el intercambio de golpes no parecían beneficiar a un Ibiza al que le estaba costando ver portería en este inicio liguero, a pesar de su loable propuesta futbolística. Pasada la media hora, Herrera y Suli cambiaron de banda buscando soluciones a la ceguera ofensiva del equipo, y tras varios ataques peligrosos, Ekain niveló la contienda al anticiparse en el primer palo a su par y empujar al fondo de las mallas el centro de Appin desde el costado diestro (1-1, min. 39). El punta vasco demostró su idilio con el gol en tierras asturianas, donde ya anotó la pasada jornada en el Tartiere y el pasado curso en el mismo feudo donde ayer firmó el empate. Los celestes siguieron empujando y pudieron marcharse al descanso por delante en el marcador, confirmando su enérgica reacción al tanto inicial de Insua.

Descanso

Tras el paso por vestuarios, la UD Ibiza se apoderó del balón y asumió con personalidad el dominio del choque, combinando con calidad hasta el punto de despertar los silbidos entre la afición local hacia su equipo. Un potente disparo de Iván Morante y un taconazo mal dirigido de Herrera a pase de Suli pusieron en apuros al Sporting, que reaccionó con un claro contragolpe a cargo de Cristo que definió fuera de los tres palos con todo a su favor. 

El buen inicio de los celestes volvió a verse truncado cuando Juan Otero cazó un balón muerto tras una falta lateral mal defendida por el equipo ibicenco y consiguió el 2-1 tras golpear su remate forzado en el larguero (min. 59). Faltó contundencia en otra acción a balón parado donde los pitiusos no estuvieron expeditivos.

El nuevo mazazo obligó a Baraja a mover ficha, y no tardó en dar entrada a Nolito por Suli antes de un córner que a punto estuvo de cabecear a la red Ekain.

Las pérdidas de balón con el equipo volcado fueron un riesgo que corrió el Ibiza, y Juan Otero lo pudo aprovechar en una contra que se frenó en los guantes de Fuzato. El partido volvió a romperse y los mediocampistas ya no fueron capaces de poner orden, desatándose una catarata de intercambios en una y otra área con incierto desenlace. Nolito tuvo un par de acciones donde pudo cambiar el guion del final, pero fue en el descuento cuando el Ibiza vio más cerca obtener premio a su insistencia. Un remate acrobático de Goldar dentro del área golpeó en las manos de Zarfino y el colegiado pitó penalti, pero tras ser llamado por el VAR anuló su propia decisión a pesar de que en las imágenes se aprecia el contacto. La UD Ibiza, desconcertada tras verse superior al Sporting, regresó de vacío de El Molinón y hasta las narices del videoarbitraje.