La UD Ibiza conquistó ayer su primera victoria de la temporada en el debut de Nolito frente al CD Tenerife, en un encuentro que mejoró en la segunda mitad y en el que los celestes propusieron mucho más que su rival para regalar a la afición tres puntos vitales para el despegue del equipo. Javi Baraja y la plantilla respiran tras un importante triunfo que se decantó por un gol en propia puerta de Mellot tras remate de Juan ibiza a los 63 minutos de partido.
Baraja recuperó el dibujo 4-1-4-1 con Iván Morante en la dirección de juego y Ekain y Appin moviéndose entre líneas para conectar con Suli, Herrera y Darío. Sin embargo, fue el lateral zurdo Javi Vázquez quien provocó a los 10 minutos la primera ocasión, tras ganar línea de fondo y forzar un córner que botó el andaluz y remató Ekain a las manos de Soriano.
El inicio fue espeso y sufrió varias interrupciones, incluida la sustitución de Mo Dauda tras salir mal parado de un choque con Fran Grima, novedad en el once celeste junto a Martín Pascual en el centro de la defensa por Goldar.
El Tenerife supo romper el ritmo de los ibicencos con un fútbol físico y batallador que restó fluidez y verticalidad a la propuesta celeste. Así, los minutos corrieron sin que se registraran ocasiones de peligro a pesar de la insistencia del conjunto de Baraja por abrir el campo y combinar en busca de fisuras en la zaga visitante.
Fuzato intervino por primera vez al filo de la media hora de juego tras una frivolidad de Martín en defensa que originó un rápido pero ineficaz contraataque visitante. Tras el asueto para la hidratación, Waldo protagonizó la mejor acción de los tinerfeños con una buena maniobra a pierna cambiada sobre Grima y un potente disparo cruzado que se marchó por encima del travesaño.
A falta de ideas, Suli tomó la responsabilidad e intentó desbordar por banda en varias ocasiones. Tampoco a balón parado obtuvo rédito el cuadro pitiuso, que se fue desinflando hasta el descanso cediendo terreno y dominio al bloque de Luis Miguel Ramis. Darío tuvo en el descuento la mejor tentativa para la UD Ibiza después de un robo y contragolpe de Ekain, pero su remate forzado se marchó al lateral de la red.
Pitos y reacción
Tras una primera mitad tediosa y decepcionante en el plano ofensivo, con algunos pitos desde la grada incluidos, en los primeros compases de la segunda se sucedieron las oportunidades. Appin levantó al público con un fuerte disparo ajustado que se fue lamiendo el poste después de una buena combinación por banda izquierda, donde se mudó Herrera tras alternar el puesto con Suli.
El peligro cambió de área y el Tenerife disfrutó de varias acciones peligrosas a balón parado. En una de ellas, Fuzato intervino de manera providencial para despejar el disparo a bocajarro del central Carlos Ruiz. Respondió el Ibiza con una combinación de banda a banda que envenenó Herrera con un centro atrás perfecto para la llegada de Ekain, pero el vasco se llenó de balón y remató mordido, fallando una clara ocasión para los de Baraja.
Para ese minuto ya estaban sobre el césped Sergio Castel y Gonzalo Escobar, quienes dieron nuevos bríos a un ataque pitiuso cada vez más convencido de sus posibilidades. Y tras varias acometidas, llegó el gol que tanto ansiaba la UD Ibiza cuando el defensa Mellot desvió a su propia portería un cabezazo de Juan Ibiza a centro de Cristian Herrera (1-0, min. 63). Medio gol fue del extremo canario, que sorteó a dos rivales tras el rechace de un córner y puso un centro medido para el remate de su compañero en el corazón del área.
El Tenerife trató de reaccionar. Con un cuarto de hora por delante, Baraja dio la alternativa a Miguel Azeez y a Nolito, para delirio de la afición. El flamante fichaje de la UD Ibiza actuó por banda izquierda y dejó algunos detalles de su calidad antes de ponerse el mono de trabajo. Los de Ramis intentaron dar un paso al frente en busca del empate, pero los remates dentro del área de Teto, que salvó Fuzato con un paradón abajo, y Gallego no tuvieron éxito antes de iniciarse un largo descuento de nueve minutos en los que ya no se movería el marcador.