El ibicenco Marc Tur, cuarto en los Juegos Olímpicos de Tokio, afronta los Europeos de Múnich (Alemania) transformando en motivación la rabia que le dio no poder pelear por las medallas en los últimos Mundiales, en Eugene (Estados Unidos), donde fue descalificado sin poder terminar la prueba de 35 kilómetros marcha. En los últimos tiempos, el marchador de la Peña Deportiva (Santa Eulària, 1994) está siendo reconocido tanto por su faceta deportiva como por los valores transmitidos fuera del deporte. En abril fue galardonado con el premio al Mejor Atleta de 2021 otorgado por la Real Federación Española de Atletismo y en junio el Consejo Superior de Deportes le entregó la Real Orden al Mérito Deportivo por su «compromiso con la igualdad» en el marco de la estrategia ‘Iguales en el Deporte’. El próximo martes, a partir de las 8,30 horas, el marchador ibicenco tratará de volver a copar portadas deportivas en los 35 km de Múnich.

¿Cómo afronta este Europeo?

Estoy motivado, con ganas, mejorando todo aquello que falló en el Mundial, sobre todo por la parte técnica, e intentando aprovechar estas últimas semanas para estar a punto y dar lo que no pudo salir en Eugene.

¿Qué pasó?

Por motivación, ganas o buenos entrenamientos no fue. La marcha tiene el hándicap o la parte mala que si no cumples con la flexión, que fue mi problema, o pérdida de contacto, puedes acabar descalificado. No tuve opción de pasar por el 'pit lane' sino que los jueces decidieron en el kilómetro 25 que iba fuera. Hacía cinco años que no me descalificaban y obviamente había que mejorar algo porque no podía seguir así. Yo creía que iba marchando bien pero los jueces consideraron que no lo hacía correctamente. Entonces analizando he visto que tengo muchas cosas que mejorar en la técnica y en eso estoy.

¿Desde los Mundiales a los Europeos, cómo han sido estas semanas?

Los primeros días los pasé en casa de descanso y luego fuimos a León, al Centro de Alto Rendimiento. He estado con todo el equipo. Hemos cargado y entrenado fuerte porque hemos tenido que hacer otra puesta a punto. Es algo muy raro y cuesta. No son entrenamientos fáciles pero llevamos mucha base. Sabíamos que iba a ser así pero creo que llego bien.

¿Cómo visualiza esta carrera con tantos europeos aspirando a medalla?

Nos sorprendió a todos los ritmos tan elevados que hubo en 35 kilómetros. Iban a ritmos de 20, por debajo de cuatro minutos. En el Europeo no hay tanto nivel pero hay grandes rivales. Yo creo que volverá a salir una carrera rápida a ritmos más cercanos al 20 que a los antiguos 50 kilómetros. En función del día y del circuito será similar al Mundial.

¿Una carrera rápida le favorece?

No. No me acaba de favorecer por el hecho de que vengo de una distancia muy larga y no soy rápido. Es un cambio importante. Es como comparar 100 metros lisos con 800. He estado entrenando para ello este año, me he ido adaptando, he mejorado la rapidez pero creo que son ritmos exigentes. Este año ha sido de adaptación, quizá tenía que haber visto la temporada de otra forma. No me esperaba lo del Mundial y ahora en el Europeo, sea la carrera rápida o lenta, espero estar delante luchando por las medallas.

¿Que los Mundiales no salieran bien le provoca presión para estos Europeos?

No me quiero añadir presión porque la presión no beneficia. Quiero hacerlo bien, intento canalizar y cambiar esa rabia que tengo en motivación por hacerlo bien en el Europeo. He entrenado todo el año, sé que estoy bien, puedo cambiar la técnica, que es lo que no me permitió mostrarme en el Mundial, y espero que en el Europeo sea así.

Una curiosidad. Antes de competir, ¿cómo se motiva, qué hace?

Los marchadores tenemos suerte porque generalmente desde que nos levantamos y hasta que competimos no tenemos mucho tiempo. Suelo estar tranquilo, lo más relajado posible, y a mi aire. Repaso la estrategia y lo que tengo en mente para la carrera. Me suelo poner música. Son dos o tres horas pero es un tiempo de estar concentrado en mi mundo.