No pudo ser. La suerte no quiso tampoco en esta ocasión aliarse con la Peña Deportiva para abrirle las puertas de la gloria este domingo y las del ascenso a Primera RFEF. El equipo santaeulaliense vio frustrado de nuevo sus deseos de subir de categoría, pero cayó con honores y plantándole cara hasta el final a un poderoso Real Murcia arropado por más de 15.000 hinchas granas en el estadio Rico Pérez de Alicante, donde el cuadro pimentonero se terminó imponiendo en la final del play-off de ascenso a Primera RFEF por un resultado de 1-2.
Arrancó la final por el ascenso con ritmo en el césped y con un colorido ambiente en las gradas, inundadas por completo con el grana de los miles de aficionados murcianistas allí congregados en un desplazamiento histórico, ante los que no se amilanaron los cerca de 200 animosos y valientes seguidores santaeulalienses a la hora animar a su Peña Deportiva.
Así, tras unos primeros compases de tanteo y sin un claro dominador, los murcianos se fueron haciendo, poco a poco, con la iniciativa en el juego y con una mayor posesión de la pelota, lo que les permitió generar varias oportunidades claras antes de conseguir adelantarse en el marcador mediada ya la primera parte.
Corría el minuto 35 del encuentro cuando el Real Murcia se puso por delante con un oportuno tanto de Carrasco, que aprovechó un buen pase de Haro, quien se hizo con el esférico junto al palo izquierdo de la portería peñista tras un mal rebote en un intento de despeje a un centro anterior, para servir el cuero a su compañero en la misma boca del gol, donde el delantero del cuadro grana remató casi a placer el 0-1.
Buscó la Peña con rabia y con pundonor el empate antes de llegar al descanso. Y a punto estuvo de lograrlo Chinchilla en el último suspiro del primer periodo, tras una acción rápida en la que acabó revolviéndose al borde del área para chutar a portería con mucha intención, aunque su lanzamiento se le marchó fuera por encima del travesaño.
La Peña sale a por todas
Tras el intermedio, Manolo González, entrenador de la Peña Deportiva, movió piezas en su banquillo y dio entrada a Arnau Ortiz por Lalo, y a Piera por Salinas, cambiando su esquema a un dibujo con línea de cuatro atrás, lo que le facilitó a los de la Villa del Río tener más posesión de la pelota, ser más incisivos y contar con más llegada al área rival. Y la apuesta salió bien, ya que en los primeros minutos de la segunda mitad la Peña Deportiva se mostró más peligrosa y superior al Real Murcia. La entrada de Arnau revolucionó el juego de los isleños, que en el minuto 51 consiguieron empatar el duelo (1-1) por mediación de Chinchilla, a pase de Santana, en una jugada rápida por la izquierda que permitió desmarcarse al extremo de Alfácar y plantarse ante el portero murciano para anotar el tanto con un chut cruzado y ajustado a la base del poste.
Sin embargo, a pesar de tener el choque ciertamente controlado la Peña Deportiva tras el empate, el Real Murcia, golpeó de nuevo con fuerza en el minuto 73, a balón parado, en una segunda jugada tras otro mal despeje de la zaga ibicenca, con una acción de mucha calidad de Pablo Ganet, que recogió la pelota en la corona del área y que se sacó de la chistera todo un golazo, con un tiro magistral e imparable desde la corona del área, que hizo completamente inútil la estirada del guardameta Iñaki, colándose el esférico en el marco peñista después de tocar en la madera.
El mazazo fue duro para los de Manolo González, que se dejaron la piel en busca de la hazaña de un nuevo empate que pudiera devolverles el sueño de un ascenso que le robó finalmente un Real Murcia que vuelve a celebrar un salto de categoría después de once años sin hacerlo. Felicidades a Murcia.