El Formentera demostró este domingo en Santa Eulària que va muy en serio esta temporada en la Segunda RFEF y la razón por la que marcha a día de hoy como líder indiscutible y en solitario del Grupo-3 con 34 puntos.
El equipo que entrena Míchel Alonso confirmó en el arranque del nuevo año 2022 que mantiene las mismas buenas sensaciones con las que se despidió del 2021.
El cuadro formenterense superó con mucha solvencia la dura prueba que tenía ante sí frente a la Peña Deportiva en la Villa del Río, donde los de la Pitiusa sur, en su regreso a la competición tras las fiestas navideñas, maniataron y desdibujaron por completo a un cuadro santaeulaliense que se marchó descompuesto, en un encuentro que trabajaron con inteligencia en la primera parte y que dominaron a placer en la segunda mitad.
Comenzó el partido en Santa Eulària con ambos conjuntos motivados y midiéndose en la distancia, aunque muy pendientes de no perder el orden y guardándose bien las espaldas. El balón se movía en esos compases con menos ritmo del esperado en un derbi pitiuso como el de esta jornada, con el Formentera defendiendo el liderato y la Peña acechando, a cuatro puntos, desde el cuarto puesto.
Lo cierto es que las primeras acciones ofensivas llegaron por parte de los santaeulalienses, superados los diez minutos de partido, con un algunos acercamientos con cierto peligro, pero sin provecho, en los que intervinieron Mikel Bueno y Max, cuyos disparos se toparon con la defensa, y Cristian Cruz, con una bonita maniobra en el interior del área para marcharse con un excelente regate, cuyo centro colgadito al segundo palo se fue a córner.
Sin embargo, las ocasiones más cercanas al gol antes del intermedio corrieron de parte del Formentera. En el minuto 15, Karim remató alto desde la frontal, en un primer aviso. En el 25, Gorriz alcanzó un córner en buena posición en el segundo palo, pero su remate, algo forzado y sin precisar, acabó botando y se fue por encima del larguero. Y la mejor, pasada la media hora, de Julen Ekiza, que rozó el gol, pero no acertó a embocar, tras rematar prácticamente a bocajarro, un buen envío en largo de Lizarra.
Karim, Prada y Javi Sánchez
La segunda mitad fue otro cantar. El Formentera fue más incisivo y contundente. Los rojinegros maniataron y sometieron a la Peña, que se mostró desorientada y que nunca se encontró cómoda ni supo inquietar a los visitantes. Y los de Míchel Alonso no perdonaron cuando lo vieron claro en los momentos claves.
Karim, en el minuto 56, recogió en boca de gol un pase raso que atravesó toda la defensa y que remató junto al palo, pero se topó con todo un paradón, gatuno y a una mano, del meta Iñaki. El rechace le devolvió el cuero al atacante rojinegro, que esta vez no perdonó para hacer el 0-1.
Ocho minutos después llegó la hecatombe peñista. Una f alta insulsa en los alrededores del medio del campo se acabó traduciendo insólitamente, por obra y arte de Raúl Prada, en el 0-2. El futbolista mallorquín se aprestó a sacar la falta buscando un centro al área, pero vio algo adelantado al meta Iñaki y golpeó la pelota de forma directa y con toda la intención del mundo buscando la escuadra. Y el esférico, cruzando metros y metros desde una lejana distancia, entró como un obús en el marco peñista.
Ahí murió definitivamente la Peña. Ya ni pudo ni supo cómo parar lo que se le venía encima. Y Javi Sánchez, que salió de refresco, en el minuto 83, chispeante y con hambre de balón, redondeó el triunfo del Formentera, materializando el 0-3 en el descuento, tras una brillante acción personal, en la que se coló hábilmente hasta la cocina local para emplatar y servir a los rojinegros tres puntos bien aliñados que les hacen aún más líderes, y que dejan a la Peña con empanada, quinta y a siete puntos.
