España se despidió ayer del Mundial con un cruel final. Los goles de Adolfo y Adri parecían encaminar al combinado español hacia semifinales pero Portugal se levantó con orgullo y una buena dosis de suerte y polémica. Primero con un gol precedido de una falta de Ricardinho que los colegiados no quisieron ver ni pitar, y más tarde con un gol de Zicky que llevaba el partido a la prórroga.
Justo antes, en el último segundo del partido, Adri mandó un balón al palo en lo que podía haber sido el pase de España. Ya en el tiempo extra, Portugal se aprovechó de un mal despeje de Raya para sentencia con un gol de Pany (4-2).